México necesita más cancunes

México necesita más cancunes
Por:
  • larazon

Gerardo García

Era la consigna entonces del célebre guerrillero. Entonces en su batalla contra el imperialismo se planteaba la necesidad de replicar en el mundo una estrategia exitosa para así ganar. Crear uno, dos, más vietnams, pregonaba el Che Guevara. Una propuesta que décadas después es el mantra de los grandes corporativos capitalistas del mundo: replicar modelos exitosos de negocio.

Termina el verano y los resultados de la temporada turística de nueva cuenta serán sorprendentemente exitosos. De acuerdo con las estimaciones de especialistas del sector, el verano del 2015 habrá de ser considerado como el más exitoso históricamente. Mayor número de turistas que se movieron, igual del mercado nacional que internacionales. Una derrama igual histórica y porcentajes de ocupación hotelera y de asientos de avión que romperán récords. Números que inflarán las estadísticas y que reafirmarán el significado de esta industria para México. Hasta ahí, todo perfecto: el asunto es que, de nueva cuenta, el éxito se concentra en pocos destinos turísticos.

Cancún es, con todas las deficiencias que puedan encontrársele, uno de los mejores modelos de desarrollo turístico en su segmento en el mundo. Creado en la década de los sesenta del siglo pasado, se planteó como un lugar que habría que crecer orgánicamente, generando un destino que a cuarenta años de creado, recibe, junto a la Riviera Maya, poco más de la mitad de los visitantes internacionales que viajan a México. Su éxito en el mercado turístico, nacional y mundial, radica en varios factores que no sólo son la belleza de sus playas o el imponente Mar Caribe que las baña. Cancún conjunta un producto turístico muy completo –parques de diversión, centros comerciales, experiencias varias, gastronomía, golf, naturaleza, etcétera…- con una conectividad insuperable. Su aeropuerto tiene la mayor oferta de frecuencias internacionales en el país y la conectividad nacional es ahora impresionante. Llegar a Cancún cada vez es más fácil y más económico. He ahí la masividad que lo caracteriza ahora. Vallarta y Riviera Nayarit son otros destinos que, aunque no son Centros Integralmente Planeados, si han conseguido ofrecer un destino sólido; tienen buen producto turístico y su conectividad cada vez es mejor. El éxito de los últimos años es la muestra. Los Cabos, diseñado como CIP. Es otro destino que en su segmento igual es exitosísimo.

Y hasta ahí.

México necesita para seguir creciendo en el mercado mundial del turismo de destinos que ofrezcan un mejor producto turístico. El número de viajeros en el mundo sigue creciendo y para poder seguir recibiendo más turistas se requiere de más lugares a los que los viajeros lleguen. No se trata simplemente de que Cancún o Riviera Maya sigan creciendo –tendrán necesariamente un tope-, sino que se invierta en mejorar la competitividad de otros destinos. El martes pasado la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, estuvo en Huatulco inaugurando un hotel Holiday Inn. Celebrable, en efecto que se haya invertido en uno de los destinos que, pese a todo su potencial, no ha podido despegar. El puerto oaxaqueño es como una joya turística que necesita pulirse. Que requiere de consolidar el producto turístico que ofrece y que necesita romper el círculo vicioso que representa la poca conectividad aérea y terrestre, lo que ha impedido que crezca el número de turistas y así, la infraestructura hotelera y de servicios siga siendo menor. Huatulco representa un reto significativo para las autoridades y para la industria. Cuenta con las posibilidades para crecer. Requiere de mejorar su producto turístico y romper con aquello que lo ha detenido. Y que haya éxito ahí, en uno de los estados más pobres del país, sería una verdadera revolución.

Las lecciones de Cancún bien pueden ayudar.

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