México sí tiene de qué preocuparse

México sí tiene de qué preocuparse
Por:
  • gerardo_garcia

Y no solamente del resultado del proceso electoral debe existir la preocupación. Se trata de una advertencia que debe considerarse de manera imperativa. Se trata de una de las pocas industrias que en los últimos años le ha dado a México un superávit y ha crecido a tasas de dos dígitos. Y que ha sido celebrada como pocas en el discurso político aunque muy poco retribuida en la realidad.

El principal destino turístico del país, el Caribe mexicano, reporta ya una caída en la llegada de visitantes estadounidenses, el principal mercado para México. Recupero una nota publicada en el periódico El Economista que da cuenta de ello:

La inseguridad e imagen negativa que afecta a Quintana Roo generó la pérdida de 300,000 turistas estadounidenses durante el 2017, cuya tendencia a la baja se extiende para este año.

Así lo informó Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), quien añadió que la entidad está enfrentando “una coyuntura negativa en el caso de Estados Unidos. Desde hace 10 años el estado ha crecido a razón de 8% en turismo estadounidense, pero en el 2017 por primera ocasión no crecimos”.

Además de ello, los mayoristas están reportando que tienen una reducción en su pronóstico de ventas durante el 2018, principalmente en Cancún y la Riviera Maya.

Ello ha obligado a que el gobernador Carlos Joaquín González haya dispuesto ya de una ampliación presupuestal del orden de los 100 millones de pesos para el CPTQ, con el objetivo de intentar revertir esta tendencia mediante el reforzamiento de la promoción en el mercado estadounidense. El plan emergente también implica lo que Flota Ocampo había adelantado hace ya unas semanas, la contratación de una empresa de relaciones públicas para el manejo de la crisis de inseguridad.

“Sigue habiendo en Estados Unidos un reciclaje sobre las notas de inseguridad que han circulado sobre Quintana Roo, además de las notas sobre la baja calidad del servicio que se ofrece aquí y de los casos de alcohol adulterado”, explicó.

Es grave que el principal destino del país, que aporta más de la mitad del PIB turístico, se enfrente a una situación como esta. En este espacio le había advertido de una ralentización del crecimiento en la llegada de visitantes internacionales, pero el reconocer ya una caída, lo cual me parece un acierto, es de otra magnitud. Si la tendencia negativa se mantiene no sólo la región tendrá problemas económicos, sino que el PIB turístico bajará y así su aportación al PIB nacional. Esto sucede además cuando están en construcción alrededor de doce mil cuartos más de hotel en esa zona –una ampliación de poco más del diez por ciento de su inventario de cuartos hoteleros- lo que pondrá aún más presión al mercado.

Es en efecto la inseguridad un factor determinante; pero hay que advertir lo que reconoce el funcionario quintanarroense al hablar sobre la calidad de los servicios y el tema del alcohol adulterado como otro de los factores. Son asuntos que deben atacarse de raíz y la autoridad responsable, en este caso la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios, no debe cesar en sus operativos para detectar alcohol adulterado.

Es un tema que debe ocupar a los involucrados. No solamente incrementar la promoción –lo cual es bueno- sino atacar de raíz las razones del decrecimiento.