Mi amiga Mónica Arriola...

Mi amiga Mónica Arriola...
Por:
  • bibiana_belsasso

Justo hace un año entrevisté a Mónica Arriola, quien como siempre tenía una actitud que ya quisiéramos muchos. Empezamos la plática, y de repente, a Mónica le costaba un poco hilar algunas ideas, le dije que si quería posponíamos la entrevista y me respondió que de ninguna manera, que lo que sucedía es que no se sentía del todo bien.

A los pocos días supimos que el cáncer de mama que la había atacado hacía ya siete años y, que se pensó que estaba erradicado, estaba de vuelta y además tenía un tumor en el cerebro.

Poco después cenamos juntas y platicó todo el proceso de su enfermedad, pero sobre todo decía que ella se aferraba a la vida. Los que tuvieron el placer de conocerla saben que así lo hizo siempre hasta antier, que finalmente perdió esa batalla contra el cáncer.

Hoy, quiero compartir nuevamente esta plática, porque es una historia que nos permite reflexionar muchas cosas de cómo vemos y asumimos nuestros propios problemas.

BB: Mónica, ¿cómo fue tu infancia?

MAG: Fíjate que muy alegre, de las cosas que recuerdo, de las grandes cosas que recuerdo ha sido la imagen de mi abuela. Mi infancia trascendió y transcurrió en Chiapas, al lado de mi abuela y también de mi familia chiapaneca, de mi padre y vagamente de mi madre, aunque no creas, porque ella trabajaba mucho y se dedicaba a proveernos de otra manera, pero una niña muy contenta, muy feliz.

BB: Vienes de una familia de mujeres muy fuertes, tu abuela, tu madre es una mujer muy fuerte y tú también muy trabajadora.

MAG: Es cierto, fíjate que siempre tuve la imagen de mi abuela muy trabajadora, la imagen de mi madre también muy trabajadora y la imagen también de un padre muy trabajador, pero de esos padres modernos de hoy.

Que hoy se encargan de cuidar a los niños y cambiarles los pañales, que los llevan a la escuela, éso no existía en mi época y mi papá fue muy de éso, yo creo que fue un hombre de vanguardia en épocas de mujeres muy fuertes, pero que aceptaba con mucha dignidad esa parte que le tocó vivir. Y la formación fue en estos equilibrios, el matriarcado con mi abuela, pero también el patriarcado con mi abuelo y con mi padre, en aceptar lo que él deseaba de su vida y pasarlo de esta manera.

BB: Transcurre tu infancia en Chiapas, ¿de qué te puedes acordar de las pláticas con tu abuela?

MAG: Era increíble, mira, a la fecha mis recorridos en Chiapas son muy enriquecedores porque ella tenía unos compadres en Zaragoza de la Montaña y en esas épocas para subir a Zaragoza de la Montaña, que está cerca de Comitán, de donde es toda mi familia, mi madre, mi abuela, mi tía, todos, tenías que subir trayectos muy largos a caballo, no había rutas o infraestructura más moderna como la hay hoy. Tenías que subirte al caballo y llegar hasta allá y había una laguna, me acuerdo muchísimo, el olor a los duraznos, el olor a tierra mojada, todo este trayecto para mí era de verdad mágico, porque ver a mi abuelo montado en un gran caballo, yo a cuestas y subiendo la montaña para ver a los compadres, que por cierto eran maestros, era como una gran aventura de mi vida.

Parte de mi infancia transcurrió así, comiendo tortillas, haciéndolas, viendo a las vacas, a lo mejor antes era más fácil hablar de las vacas y esas cosas, que hoy que los niños no tienen ese tipo de oportunidades que había en antaño, entonces se recorre una vida muy sencilla, se recorre una vida muy rica, con muchas cosas más simples que las que tenemos hoy.

BB: Entonces llegas al Distrito Federal.

MAG: Yo vivía en el Distrito Federal, siempre he vivido en el Distrito Federal, estos viajes son los que me forman y hacen que trabaje para el estado como estoy trabajando para el estado, pero el Distrito Federal ha sido también parte importante de mi vida, el Distrito Federal y el Estado de México, como tal.

BB: Te casas a los 18 años y eres madre muy joven

MAG: Sí, me caso a los 18 años, tengo a mi hijo Othón y fue verdaderamente el regalo más maravilloso que me pudo haber dado la vida, porque a esa edad, a lo que te obligan los padres es a no tener un bebé, porque te dicen que de una u otra manera se cancelan tus oportunidades educativas, de vida, una serie de factores que no son reales, pero que tienes que tomar decisiones importantes. Para mí fue una decisión muy fuerte el asumir la maternidad a los 18 años, vivir con un bebé que creía yo que era mi hermano, era como mi muñeco, porque no tenía yo la conciencia real de lo que era un hijo.

BB: Y al mismo tiempo entrabas a una carrera universitaria con un bebecito.

MAG: No, estoy saliendo de la prepa y después la carrera universitaria. Sí fue como algo nuevo para mí, pero muy enriquecedor, porque al final te das cuenta de que si quieres hacer las cosas, todo puedes hacerlo. Tienes a una mamá muy fuerte con condiciones sociales impactantes y profesionales, crees que puedes ser juzgada por cualquier cosa que acontezca, precisamente por eso, y la verdad es que te das cuanta de que la vida es mucho más simple de lo que crees, puedes tener un hijo, puedes hacer una carrera, puedes hacer lo que quieras si realmente te esmeras en hacerlo.

BB: Un hijo que está cumpliendo ya 25 años y es un chavo súper exitoso y con quien tienes una relación divina.

MAG: Así es. Es como un gran regalo, tiene una relación extraordinaria con sus otros dos hermanos, ha sido también un gran maestro en la vida, en todos los aspectos. Es un hombre noble.

BB: Se enseñaron mutuamente.

MAG: Nos enseñamos mutuamente, la verdad es que sí, vivimos cosas muy difíciles pero las vivimos en conjunto, las vivimos como familia y eso también te ha marcado, te ayuda a generar cosas diferentes.

BB: Tienes otros dos hijos que vienen mucho después.

MAG: Es cierto, está Emiliano y está Regina y aunque las edades son muy diferentes, te das cuenta de que cuando creas en amor y educas en amor, no hay edades, no hay diferencias y puedes generar grandes cosas con la familia.

BB: Y al mismo tiempo desarrollas tu vida profesional, ¿cómo le haces?

MAG: La verdad es que me he dado cuenta que la vida no es tan complicada, uno se hace la vida complicada, el ego es un espacio al que tienes que darle un cuidado específico, pero hay que dejarlo guardado a veces en lugares muy claros de tu vida, porque son los que vienen y te lastiman, son los que vienen y te generan una dimensión diferente a lo que realmente existe y a lo que realmente quieres, ésa es la realidad.

Cuando suceden cosas en mi vida, que he hecho muchas, ¡bendito sea Dios!, juego, no me las tomo en serio. Si hago una ley extraordinaria y pasa, le doy gracias a la vida, le doy gracias a Dios de que haya sucedido, pero hay que darle la vuelta rápido a la historia, porque no todo es para siempre, no todo va a seguir de la manera en que tú quieres que siga y eso es muy importante. Por eso, para mí, jugar ante las condiciones, ante a veces tener algo o no tenerlo, hace que yo pueda vivir esta vida más serena, más tranquila y más fluida.

BB: Hay una historia que me han contado y quiero que me la verifiques a ver si es correcta, porque me impresiona muchísimo. En algún momento, no sé si tu papá o el papá de tus hermanas, tuvo algún problema de riñón y solamente eran compatibles ustedes con él y tu mamá dijo a mis hijos no los tocas, mis hijos tienen que tener sus riñones, yo, ya separada, te doy mi riñón. Ése es un amor de madre impresionante.

MAG: Esa anécdota es un tema donde su primer marido tiene un problema de riñones y estando casados, mi mamá lo dona. Maricruz estaba muy chiquita y mi mamá no quiere que Maricruz pierda a su padre y entonces ella decide donar el riñón. Este tipo de historias son como muy dramáticas en nuestra vida, en cada una de las historias de vida de mi familia han sido muy duras. Desde la pérdida muy joven del marido de mi abuela, desde la pérdida muy joven del marido de mi madre, desde la pérdida de nuestras parejas…

BB: también la libertad de tu madre.

MAG: …exacto, son historias que nosotros y yo, en particular, necesito cambiar. Las vidas no pueden ser tan dramáticas, no deben ser tan dramáticas, hay que jugar con ellas, cada vida, cada historia es un aprendizaje, tienes que aprender e integrar cuál es ese aprendizaje.

No quisiera que mi hija, no quisiera que mis hijos, vivieran de esa manera, porque la vida es un juego, porque el corazón es el que define realmente la vida que quieres y la mente ayuda a construir con el corazón lo que quieres generar como parte de tu historia, los dramas ya no pueden existir en la familia.

BB: Parte de buscar el equilibrio, de estudiar tanto, te ha vuelto una mujer muy espiritual. No hay que olvidarnos que pasaste por un cáncer muy duro y lo has logrado superar, como tú dices son vidas muy complicadas, saliste del cáncer, meten a tu mamá en la cárcel, entras de senadora, es una gran responsabilidad porque te escogieron, votaron por ti, sabes que no puedes traicionar a la gente, eres madre de familia y todo esto lo has podido equilibrar buscando en la parte espiritual.

MAG: Así es. Ha sido muy duro, pero he entendido y aprendido que la emoción es algo que debe sentirse, no debes huir de las emociones, el tema de mi madre ha sido muy doloroso para mí, para la familia, el tema de mi cáncer también ha sido muy doloroso, mi padre también acaba de pasar por una etapa de cáncer, está ahorita en el proceso de remisión, gracias a Dios.

Han sido tiempos muy difíciles, cada historia la escribimos nosotros, es lo que yo creo, pactada con el Creador, pactada con Dios, el tema profesional va a estar ahí, tu inteligencia no está peleada con tu emoción ni con tu manera de ver las cosas.

BB: Pero tampoco has descuidado esa parte, tampoco has descuidado tu parte laboral.

MAG: Es lo que me lleva a entender qué es lo que quiero, si yo soy capaz de entregarme a mí misma bienestar, por qué no entregar también a otros bienestar. Mi trabajo yo lo decidí hacer con excelencia, soy senadora de la República, lo hago con mucho amor y con mucha disciplina, pero también soy una mujer, una mujer que siente, una mujer que sufre, una mujer que ha estado enferma pero que también ha estado sana, una mujer a la que le duele lo que está aconteciendo con su familia, pero al final, en el entendido de que cada quien ha decidido su propia historia y la gran enseñanza de mi familia, tanto de mi abuela, como de mi padre, como de mi madre, es que tenemos la libertad de escoger y decidir la vida que queremos, sin dramas, sin victimizaciones. Eso es lo que estoy aprendiendo yo y lo que quiero que aprendan mis hijos, porque no ha sido fácil y la vida, aunque no es fácil, tú la puedes llevar con alegría y sin drama, eso es lo que queremos hacer, eso es lo que quiero hacer.

Cuando digo queremos es porque estoy muy ligada al Creador y creo que en este pacto y en esta resolución de caminar en conjunto y de que yo soy herramienta importante de sus decisiones, es cómo llevamos cada cosa con dignidad. Cada trabajo profesional, cada tema espiritual, cada relación con mis amigos, con mi familia, con mi gente en materia laboral, la llevamos con amor y con ganas de construir y de hacer las cosas bien.

BB: Mónica, ¿cuál ha sido el día más triste de tu vida?

MAG: Yo creo que han sido varios días tristes en mi vida, no hay uno en específico, pero sí han marcado muy profundamente el desarrollo de mi propia historia, el desarrollo de lo que quiero, de lo que busco, de lo que no quiero.

BB: ¿El día que te dicen que tenías cáncer?

MAG: El día en que muere mi abuela, fue uno de los días más tristes. El día que me dicen que tenía cáncer no fue un tema de tristeza, fue un tema de miedo, el día en que más miedo tuve de mi vida. El día en que vi a mi mamá tras las rejas también fue un día muy fuerte, es una tristeza que no podría yo explicar con palabras, pero sí son días que han marcado parte de mi historia.

El día en que me enteré que mi papá tenía cáncer, también fue un día terriblemente triste porque te cuestionas por qué a uno y después entiendes por qué a uno.

BB: Los oncólogos y tanto la medicina tradicional como la medicina alternativa te dicen que para poder salir de estas cosas la actitud es importantísima.

MAG: Claro, la actitud es parte importante del desarrollo que se vaya dando en la enfermedad, o también en la profesión o también en el desarrollo de tu propia vida. Lo que hace la tristeza es enseñarnos cómo puedes abrazar este tipo de situaciones, cada cosa que sucede en tu vida sucede por una razón en específico, no estoy yo para juzgar a nadie o culpar a nadie, somos responsables en el libre albedrío de nuestras decisiones, de abrazar con amor las experiencias que nos da la vida.

Pero sí han sido experiencias que hay que integrar a la propia vida, a veces la gente tiende a juzgar y tiende a no entender las dinámicas en las que vive una familia o en las que vive una persona y eso es muy doloroso, eso también me pone triste, porque nadie sabe realmente lo que sucede salvo uno, nadie sabe lo que sucede salvo cuando te enfermas de cáncer o tienes a un enfermo de cáncer en casa, nadie sabe lo que vive uno si eres víctima de un secuestro o tienes un secuestro en alguien cercano.

BB: Hay muchas falsas percepciones, la gente cree que eres de tal manera y por supuesto que no.

MAG: Exacto, creen que no reímos, creen que no vamos al baño, creen que todo es perfecto o que asumimos ciertas situaciones que están dadas, y no es cierto, es una lucha también, es entender que cada día que pasa te enfrentas a la vida y tienes que buscar la manera más hermosa de abrazar la vida, porque la vida si bien no es sufrimiento nada más, te deja experiencias que te hacen ser la persona que eres.

BB: ¿Cuál es el día más feliz de tu vida?

MAG: El día más feliz de mi vida fue cuando nacieron mis tres hijos, cada uno en su momento, es cuando te das cuenta de que son prestados y ya tu vida no va a ser igual. Por lo menos durante los primeros años de vida hasta, yo creo, los 18 años que te son prestados, tú estás siempre al pendiente de ellos y dependen de ti.

El tema también de sobrevivir el cáncer ha sido maravilloso. La primera vez que entendí conceptual y físicamente que bañarme era un acto de gozo y de felicidad, sentir el agua en mi cuerpo. Sentir cómo podía percibir la primera respiración del día y ser agradecida con la vida, esas cosas a mí me generan mucha felicidad, después de haber tenido momentos muy duros en mi vida.

También los triunfos profesionales, cuando aprobaron la primera ley, yo creí que esto iba a ser pasajero y me di cuenta de que no, me di cuenta de que sí se pueden hacer los grandes cambios.

Cuando ves a una gente en la calle y le das una sonrisa y lo abrazas, cuando estás enojado con alguien y quieres recordarle (perdón por la expresión) a la más vieja de su casa, son partes que te hacen feliz porque te das cuenta de que estás vivo. Y de que no hay que dramatizar ni ser víctima de nada, y esas partes, son partes que me dan felicidad completamente. Aunque la gente no quiere sentir, quiere pasar por la vida dormida.

BB: Complétame la frase, Mónica Arriola es…

MAG: Mónica Arriola es Mónica Arriola.

BB: ¡Qué hermoso! Muchísimas gracias por esta plática.

MAG: Al contrario, muchas gracias a ti Bibi, gracias por el tiempo, gracias por venir aquí y estamos a la orden.

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