Morena y el lucro electoral

Dos casos muestran, de cuerpo entero, el doble discurso de Morena; por un lado, señalan el uso de programas sociales y del sismo para ganar votos, y por el otro, son exhibidos realizando lo que acusan.

Caso 1. Gestores en la delegación Cuauhtémoc ofrecen a vecinos, dictámenes de evaluación postsísmica y apoyos en el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México y en el Fondo Nacional de Habitaciones Populares. Involucran a candidatos de Morena.

Un  Director  Responsable de Obra manifiesta que es sólo una revisión ocular y que la evaluación con escáner y equipo técnico tendría un costo extra, porque son estudios que requieren un poco de más especialización... ¡que  les consigue precio, les lleva a la gente y es prácticamente un servicio social! Los dictámenes son ofrecidos en 500 pesos por vivienda.

No acaba ahí. Una líder convocante informa que se han ingresado solicitudes de apoyo a Fonhapo y que se logró etiquetar fondos para edificios en Tlatelolco.

Los candidatos involucrados negaron los hechos, pero sí conocer a la operadora territorial.

Caso 2. Una trabajadora del Instituto de Atención para los Adultos Mayores participa en un evento en la calle, donde pide apoyar a Morena y presenta a una promotora de ese partido y previene a la gente de un posible retiro de programas sociales.

El partido guinda niega nexo alguno con la promotora y acusa un montaje del gobierno. El PRD contraataca denunciando por la comisión de ilícitos penales electorales. Morena no se queda atrás y denuncia un uso indebido de 25 programas sociales delegacionales; y el PRI acusa la asignación discrecional de recursos para esos programas.

En ambos casos, si Morena hubiera sido el denunciante, sería una de las pruebas que usaría para demostrar el uso inmoral e ilegal de los recursos públicos para beneficiar a un candidato o partido.

Sin lugar a dudas, manifestaría que los dictámenes de evaluación post-sísmica son gratuitos, que el gobierno de la ciudad habilitó Directores Responsables de Obra para que prestaran esos servicios, que las delegaciones integraron brigadas con estudiantes de arquitectura e ingeniería para revisar la existencia de daño estructural que implicara un reforzamiento o demolición de la vivienda.

Cómo  es posible que en una demarcación territorial gobernada por la inmaculada Morena existan vecinos a los que se les cobra por sus dictámenes, y gestores que proclaman su negocio como acto de caridad social. El lucro de la tragedia es patente y el partido que más lo ha denunciado es el que ha sido pillado.

Al margen de cualquier violación electoral, presunta o cierta, es moralmente cuestionable que los candidatos del partido que se asume como purificador de la política sigan con las mismas prácticas que realizaban a principios de siglo, cuando militaban en otro instituto político. Son fieles practicantes de la consigna mayor de la izquierda nacional populista: formación de clientelas y lucro descarnado de las necesidades y tragedias.