Nada que perder

Nada que perder
Por:
  • larazon

Alejandro Arbide

El Barcelona se presentó esta semana en el estadio de Anoeta para enfrentar a la Real Sociedad. Los blaugranas compartían el liderato con el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Estos dos equipos enfrentarían a equipos inferiores. Ya para cuando comenzaba el partido en San Sebastián, los de Messi sabían que los de Ronaldo habían triunfado esa misma tarde. La presión se acrecentaba ahora sobre los catalanes.

¿Qué será mejor, ser el favorito o no serlo? De acuerdo con cierta encuesta, una gran mayoría de los deportistas prefiere no serlo. Cerca del 75 por ciento opina que de escoger entre las dos opciones, es mejor estar sin mucho que perder. Los favoritos tienen que demostrar su capacidad y muchas veces están presionados por mantener su supremacía. Denver era el favorito y acabó por ser barrido por el equipo novato en el supertazón.

Barcelona tenía que enfrentar dos duelos esta semana. En la Champions, en octavos de final, contra el poderoso Manchester City. Supo estar a la altura del reto y ganó a domicilio. Pero no menos importante era mantener su posición en la liga, en la que compartía el liderato con los dos equipos madrileños. Y para ello tenía que vencer a un modesto pero muy disciplinado equipo en Anoeta. Y lo tenía que derrotar. Presión y más presión.

Es verdad que ganar y ganar eleva el ánimo y con ello se puede jugar mejor. Pero no menos sucede cuando ya no hay mucho que perder. Durante toda la semana la Real no estaba presionada por el resultado tanto como si lo estaba su rival. Digamos que si se está abajo, se toca piso; se puede saltar más alto, pues no se tiene presión por cierto resultado. No hay ansiedad y por lo mismo se puede disfrutar lo que se hace. Para los vascos la competencia en casa era una oportunidad de vencer al equipo que recientemente los había dejado fuera de la Copa del Rey. Para los catalanes el peligro era perder.

Durante el primer tiempo los blanquiazules se plantaron con un 4-4-2. Saben que tienen un equipo capaz, pero con su plantilla le va mejor si se defienden bien para luego buscar los contragolpes. Esperó y esperó buscando ese balonazo que le diera a Vela una posibilidad de anotar. Nunca lo hizo, pues desde la banca blaugrana eran constantes los señalamientos para mantenerle bajo doble marca. Pero en este juego de estrategias lo psicológico también haría lo suyo, pues el temor por perder se plantó entre los jugadores catalanes, que nunca pudieron desplegar su futbol. Y vino la otra estrategia. El entrenador del Barcelona cayó en la provocación que le hicieron desde la banca rival y acabó expulsado. Finalmente los de casa ganaron precisamente jugando de la manera como lo habían previsto, con veloces descolgadas. Y jugando con la soltura que da el no tener nada que perder.

 +2. De pronto, desde Brasil nos llega un torrente de declaraciones en que se refieren a un estado de mucha confianza ante los rivales que enfrentarán. No creo que sea así. No solo enfrentarán a tres equipos capaces de ganarle a cualquiera, sino que, además, ellos sí tienen qué perder. Y mucho.

Twitter: @arbide09