NAIM y el “Juego de Uber”

NAIM y el “Juego de Uber”
Por:
  • mauricio_flores

Mañana el equipo de Javier Jiménez Espriú, tras conocer información detallada de construcción y financiamiento del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, presentará sus conclusiones a la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros de Salvador Landeros y al Colegio de Ingenieros de Ascensión Medina, quienes el 15 de septiembre habrán ya ejercitado alguna variante del “Juego de Uber”, para hacer recomendaciones al proyecto que probablemente encabezará Carlos Noriega Curtis el próximo sexenio.

El ejercicio es sencillo: una familia con necesidades de consumo al alza y tarjetas de crédito saturadas posee un auto pero le faltan piezas (llantas, asientos, piezas del motor, etc) y tiene que elegir entre venderlo para pagar los gastos familiares, obtener recursos para tenerlo listo y trabajarlo como taxi ejecutivo, o abandonar por incosteable y buscar otras alternativas. Ello ejemplifica los casos de a) Concesión a particulares; b) Continuación del proyecto; c) Cancelar para retomar un aeropuerto en la Base Militar de Santa Lucía, con operación junto con el actual AICM.

Un avión, tres caminos. Con la primera opción se obtienen los recursos para saldar gastos pero los recursos pueden agotarse, amén de que la familia cedería los derechos y beneficios inherentes del auto; huelga decir que el auto vale más funcionando que detenido por falta de piezas. La segunda, continuar el proyecto, exige fuentes alternas de financiamiento y recibir a lo largo del tiempo recursos para solventar sólo parte de los gastos, pero la familia tendrá un auto trabajando. La tercera, implica perder un activo y sus flujos futuros, amén de gastar más en transporte. En este juego existen soluciones híbridas que ya le contaré. Considere que el proyecto a cargo de Federico Patiño sigue presupuestado en 13,300 millones de dólares, cuenta ya con 10 mil millones de capital privado, faltando unos 3 mil millones para una obra con avance físico promedio del 40%. El banquero Noriega Curtis –quien conoce desde jóven a Alfonso Romo– también hará sus cuentas.

Los aferrados y el SAT. Un auténtico dolor de cabeza para el SAT, al mando de Osvaldo Santín, es la renovación de su equipo de cómputo que se adjudicó Cepra a la fuerza, luego de que la empresa de Joel Sánchez se inconformara contra la licitación que perdió en junio de 2016 y obtuviese el contrato. Pero como el órgano interno de control detectó irregularidades en algunas certificaciones de competencia de Cepra, el SAT revocó el contrato en junio de 2017… por lo que Cepra inició un litigio que impide la renovación total de los equipos, pese a que la Auditoría Superior de la Federación de David Colmenares concluyó que la adjudicación original fue ilegal. El caso ahora se dirime en el Juzgado 1° de Distrito de Hidalgo, mismo que en otras ocasiones ha fallado a favor de Cepra y que en breve resolverá la suspensión definitiva cuando convenientemente el juez titular, Diego Ramírez, anda de vacaciones… aunque se habla de una denuncia vigente por fraude en la PGR contra la empresa y sus apoderados. ¿Será?