Necedad preponderante

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Por:
  • larazon

Pablo Hiriart

Ya adelantó López Obrador que en el caso de Oceanografía no va a haber justicia y que quien vaya a ser aprehendido será un chivo expiatorio.

Seguramente cree que haber destapado el caso de fraude de esa empresa prestadora de servicios a Petróleos Mexicanos, es una cortina de humo, como en su opinión lo fueron la captura del Chapo Guzmán y la detención de Elba Esther Gordillo.

Pero eso no es lo grave, dada su inveterada envidia hacia quien ocupa la Presidencia de la República. Lo grave está en lo que sigue.

Dijo en Michoacán que el titular de la PGR , Jesús Murillo Karam, “es un corrupto” al eximir de toda culpa a Pemex y a los ex mandatarios Vicente Fox y Felipe Calderón, así como al Presidente Enrique Peña Nieto.

Las investigaciones apenas empiezan y López Obrador ya encontró a los culpables de los fraudes de Oceanografía.

¿Se lo imaginan en el poder?

¿Qué haría con los órganos de procuración de justicia del Estado si estuvieran en sus manos?

No habría investigaciones, sino juicios sumarios en contra de sus adversarios políticos, sin más pruebas que las corazonadas del presidente López.

A lo anterior, en cualquier parte del mundo, se le llama dictadura. Y todavía se enojan cuando alguien osa escribir que López Obrador es un aspirante a dictador.

Lo que AMLO y sus seguidores buscan para México es un gobierno sin separación de poderes, como en Venezuela.

¿Cómo que ya sabe quiénes cometieron el fraude en Oceanografía, y que los culpables son Pemex, los dos últimos ex presidentes y el mandatario actual?

Esa persona, que en otros lugares no pasaría de ser un merolico de plaza pública, tiene quince millones de votos, gracias —entre otras cosas y fallas de nuestros gobernantes— a que algunas manos financian de manera oculta sus giras por el país, donde esparce sus odios, rencores y envidias.

Dijo en Michoacán que “cuando mucho se aprehenderá a un chivo expiatorio” por el caso Oceanografía, lo que es una absolución anticipada para cualquier detenido por ese fraude multimillonario en dólares.

Volvemos al punto: todo el que es enemigo del gobierno es amigo del señor López Obrador.

Así, los defraudadores de Oceanografía serán “chivos expiatorios”, es decir, inocentes frente a los “verdaderos culpables”, que son los adversarios del dos veces derrotado candidato presidencial.

En esa lógica, los amigos de AMLO minimizaron la captura del Chapo Guzmán, porque los “verdaderos narcotraficantes” son otros.

Puede parecer ocioso detenerse en las revelaciones lopezobradoristas que lo ponen como un aspirante a dictador, pero tienen un sentido de advertencia, pues este personaje ha estado muy cerca de ser presidente, y lo volverá a intentar. En eso trabaja.

phl@3.80.3.65

Twitter: @PabloHiriart