Negociar por separado

Negociar por separado
Por:
  • bibiana_belsasso

“Para ser honesto, no me importa (...) ver un acuerdo separado con Canadá y otro con México, porque estamos hablando de dos países diferentes”, así lo afirmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a periodistas en la Casa Blanca hace apenas unos meses.

Fue en ese momento cuando endureció las negociaciones con México sobre el Tratado de Libre Comercio.

Quien dude que Trump va a decir algo y después retractarse, es que no lo conoce. Y hasta ahora, todavía no vemos los resultados de las elecciones intermedias de noviembre próximo. Sin embargo, el mandatario estadounidense ha podido sobrellevar su agenda.

Veremos qué pasa en los próximos días, con las acusaciones que penden en su contra y el desenlace de la designación de Brett Kavanaugh, a quien Trump quiere como ministro de la Corte, y contra quien las acusaciones de abuso sexual han retrasado el proceso de designación.

Lo que finalmente logró Trump ha sido concretar acuerdos comerciales bilaterales con Canadá y México.

Tras más de 13 meses de negociaciones, Estados Unidos y Canadá alcanzaron un convenio sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio.

De esta manera, los tres países de América del Norte alcanzan un acuerdo, aunque en negociaciones por separado, lo cual podría dar paso al Pacto para Estados Unidos, México y Canadá (USMCA), nombre que, trascendió, fue propuesto por el presidente Donald Trump el pasado 13 de septiembre.

En sus primeras palabras tras la resolución alcanzada, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que es “un buen día para Canadá”.

El domingo por la noche, tras salir de una reunión ministerial en Ottawa para tratar el acuerdo para reformar el TLC, Trudeau salió rápido y se subió a un automóvil sin responder a las preguntas de la prensa. Los detalles del acuerdo entre Estados Unidos y su país los dio a conocer hasta el lunes por la mañana.

A través de un comunicado conjunto, ambas naciones declararon que “Canadá y los Estados Unidos han llegado a un acuerdo, además de con México, en un nuevo, modernizado acuerdo comercial para el siglo XXI: el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA)”.

De acuerdo con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la ministra de exteriores canadiense, Chrystia Freeland, el USMCA “dará a nuestros trabajadores, granjeros, ganaderos y empresas, un acuerdo de altos estándares que resultará en mercados más libres, comercio más justo y un crecimiento económico robusto para nuestra región”.

Y es que la amenaza estaba sobre la mesa: o se alcanzaba un acuerdo antes de la medianoche del domingo 30 de septiembre, o Canadá estaba fuera.

En noviembre de 2017, durante su discurso en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el presidente Trump dejó en claro su política de gobierno en materia comercial, al asegurar que fortalecería las relaciones bilaterales con cualquier país que lo desee y cumpla las reglas.

“No entraremos en acuerdos grandes que nos tengan maniatados”, manifestó el mandatario en el encuentro celebrado en Danang (Vietnam). Además, señaló que, en el pasado, la Unión Americana abrió su economía sin poner condiciones, pero que esta actitud no fue correspondida.

Es por eso que el acuerdo se da tras un mes de difíciles negociaciones entre la administración de Trump y la de Trudeau, las cuales, incluso, parecieron romperse por completo la semana pasada.

Unas horas antes de cerrar el pacto, los desacuerdos se mantenían en relación con la demanda de Estados Unidos por un mayor acceso al mercado lácteo, mientras que Canadá solicitaba preservar el actual sistema de solución de controversias entre los socios del TLC y además pedía algún tipo de protección contra las nuevas tarifas automovilísticas estadounidenses.

Usted recordará que las negociaciones entre Washington y Ottawa se vieron seriamente afectadas, por lo que Estados Unidos se enfocó en llegar primero a un acuerdo con México, el cual se concretó el 27 de agosto.

Días después del acuerdo con México, el presidente estadounidense notificó al Capitolio su intención de firmar un acuerdo sólo con nuestra nación.

El plazo de aprobación impuesto a Canadá se debía a que, de acuerdo con los tiempos de la Ley de Autoridad de Promoción Comercial de Estados Unidos, el presidente Trump debe hacer públicos los textos antes del lunes 1 de octubre para firmar el acuerdo con el Presidente Enrique Peña Nieto, quien deja el cargo el 1 de diciembre.

En vía de mientras, la gente de Donald Trump afirmaba, con la intención de ganar tiempo, que éste había rechazado la solicitud del primer ministro Justin Trudeau para reunirse durante la Asamblea General de la ONU, porque Estados Unidos no estaba contento con los negociadores de Canadá. Sin embargo, una portavoz del canadiense dijo que éste no había solicitado una reunión cara a cara con su homólogo.

Lo que sí es cierto, es que Justin Trudeau también tenía cierta prisa en llegar a un acuerdo, ya que el Partido Liberal, que gobierna Quebec, enfrentaba una elección provincial el lunes, en donde, por cierto, en la llamada Belle Province canadiense, los productos lácteos son una industria particularmente importante y un tema políticamente explosivo.

Sin muchos cambios de fondo y tras intensas negociaciones, se firma ahora el tratado de Canadá con Estados Unidos.

Lo cierto es que el acuerdo con Canadá se convierte en otro punto a favor de la política impulsada por Trump y su ideología de “América primero”. Tras darse a conocer la noticia, funcionarios de la administración Trump aseguraron que era un acuerdo “fantástico” para Estados Unidos y “un gran triunfo” para su presidente, como siempre lo dicen.

De último minuto...

Con una sonrisa de satisfacción, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio ayer su beneplácito al acuerdo comercial que alcanzó con Canadá la medianoche del domingo, antes de que venciera el plazo legal que tenía la Unión Americana para hacer públicos los textos; es decir, este 1 de octubre.

Sobre el USMCA, que sustituirá al TLCAN, Trump señaló ante reporteros en la Casa Blanca que el nuevo nombre: “suena bien”. Sin embargo, subrayó que el acuerdo necesita la ratificación del Congreso, un aspecto que podría verse afectado por el resultado de las elecciones de noviembre, en las que los demócratas buscan recuperar el control de la Cámara de Representantes y del Senado.

Por separado, el premier canadiense, Justin Trudeau, dijo que su país se encontraba en una posición más estable tras completar las negociaciones. Afirmó que el acuerdo necesitaba ser justo, porque uno de los socios comerciales era 10 veces mayor. Añadió que Canadá no aceptó simplemente “cualquier acuerdo. Logramos el acuerdo correcto, en el que ganamos los tres países”.

Para Trump, el acuerdo ofreció reivindicación de sus políticas comerciales radicales que han afectado las relaciones con China, la Unión Europea y sus vecinos norteamericanos, además de inquietar a los agricultores y a la industria manufacturera de su país por las posibles represalias externas. Sus asesores consideran el pacto una victoria política en los estados que fueron cruciales para la victoria en 2016 y donde viven miles de obreros que podrían beneficiarse de los cambios.