Ni con ellos ni sin ellos

Ni con ellos ni sin ellos
Por:
  • larazon

Javier Solórzano Zinser

No se trata de pedir a los partidos políticos que actúen como santos. El toma y daca en que se vive la actividad política lo impide y es paradójicamente uno de los elementos que permiten a los ciudadanos tomar decisiones en una de las etapas de la democracia, como son las elecciones.

Lo que los ciudadanos reprobamos cada vez más es su actitud. El cómo se aprovechan de la situación en la que están y cómo hablan de nosotros como si efectivamente nos representaran a cabalidad en la cotidianeidad. Actúan como si estuvieran invariablemente con nosotros y como si no tuvieran otro objetivo que protegernos y beneficiarnos.

No hay manera de que no sepan el repudio que provocan. No hay día en que no se presenten escándalos, sin necesidad de que sea en medio de procesos electorales, como particularmente se está viendo a destajo y abrumadoramente en estos días.

Los partidos juegan al límite con las leyes que ellos diseñan y proponen. Se mueven en medio de impugnaciones, sobre todo cuando se dan cuenta de que las leyes que hicieron les pueden perjudicar. Las discusiones sobre cómo hacer las leyes y el intento de meter a su gente ante cualquier nombramiento que se tenga que hacer en áreas como INE o tribunales electorales, terminan en confrontaciones en las cuales si algo prevalece es la cuota partidaria. No hay razonamiento porque de lo que se trata es de colocar a su gente.

¿Son las y los mejores quienes ocupan estos cargos? Muchos han realizado un gran trabajo, pero en lo general no se sabe de qué están hechos hasta que se les ve tomando las grandes decisiones. Es en esos momentos cuando aparecen en algunos la cuota y el partido.

En todo este proceso los partidos proponen y disponen. Si un consejero toma decisiones que afecten a algún partido se les van encima y se les olvida la corresponsabilidad que tienen en los nombramientos.

Algo así le está pasando a la consejera Pamela San Martín con el verde. Los del partido familiar se le han ido encima porque resulta que se dieron cuenta de la noche a la mañana que su nombramiento, como son todos, es parte de cuotas partidarias, a lo que suman que “les tiene fobia” y que “tiene consigna”.

Lo que más sorprende, si me apura indigna, es que bajo la situación actual y ante el repudio de buena parte de la sociedad no cambie el estado de las cosas. No hay manera de que los partidos no se den cuenta del desanimo que provocan en la sociedad, pero lo peor es que no hacen nada para cambiar. Unos se pelean en las calles, otros se dicen sacrosantos, otros andan en crisis internas, otros tratan de mantener el registro como sea, otros le echan ganas, pero todos, digan lo que digan, van por la lana.

 RESQUICIOS. Así se llevan.

*El Bronco es como AMLO, un peligro para México: Felipe Calderón.

Seguro venía borracho cuando lo dijo: Jaime Rodríguez, El Bronco.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano