No es el muro, es el Tratado, estúpido

No es el muro, es el Tratado, estúpido
Por:
  • juanpablol-columnista

Donald Trump encontró en la propuesta de construir un muro entre México y Estados Unidos la bala de plata que logró romper al partido republicano. La novedad de una idea tan políticamente incorrecta le compró el tiempo suficiente en los medios para capitalizar las preferencias con el peculiar electorado que lo tiene a las puertas de la nominación republicana; esto, si es que nada ocurre en la Convención Nacional Republicana donde se aprobará, no sólo la candidatura, sino la plataforma electoral con la que ideológica y políticamente competirá, y si es el caso, gobernará con el partido en su conjunto.

Generalmente las plataformas de los partidos están bien definidas entre una agenda conservadora social y una liberal, una propuesta fiscal de igual forma y detalles de actualización que dan identidad a una propuesta genérica. El documento previo fue destacado por los medios mexicanos en el que se incluye la propuesta de construcción de un muro que abarque la totalidad de la frontera entre México y Estados Unidos. Un proyecto tan insistente sobre el que ha basado Trump su campaña no puede ser obviado por el partido. Y aunque es una posibilidad, su eventual construcción sería un monumento a la retórica, un reflejo del discurso de odio y encierro que representa el millonario. Nada más. Los drones seguirán volando con mercancía ilegal, los narcotraficantes continuarán cavando túneles y los coyotes construirán escaleras más grandes.

El enfoque real del documento debería estar puesto en el señalamiento anti-comercio que adoptó el partido, incluso contrario a su posicionamiento histórico respecto al libre comercio y los tratados internacionales. “Estados Unidos primero” será la base sobre la que se tomen decisiones respecto a los acuerdos comerciales con otros países. Los señalamientos hechos por la embajadora Roberta Jacobson unos días después, respecto a la capacidad que tiene un presidente para revertir acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio entre México, Canadá y Estados Unidos, debería de encender las alertas en las secretarías de Economía y Hacienda ante la promesa que ha hecho Trump de cancelar los acuerdos comerciales con México. La construcción de un muro resulta irrelevante cuando se exhibe el peligro verdadero en la relación comercial entre ambos países.

Declaraciones recientes de la canciller Claudia Ruiz Massieu, así como del Presidente Enrique Peña Nieto en la entrevista que dio para CNN con Fareed Zakaria,resaltan las propuestas de un muro que ha quedado ya rezagado en la conversación política, misma que ha evolucionado a un planteamiento anti comercio en ambos partidos. La irrupción de Bernie Sanders, impulsado por la necesidad que tiene Hillary de ganar un electorado de clase trabajadora en el cinturón industrial de Michigan, Pensilvania u Ohio, ha hecho que el discurso comercial se mueva hacía el mismo extremo y sentimiento en ambos partidos. Y es el mismo sentimiento que llevó a muchos británicos a votar por el Brexit ante las campañas proteccionistas que más de uno ha comparado con el movimiento que encabeza Trump.

juanpadeleo@me.com

Twitter: @juanpadeleos