¿No que manos limpias?

¿No que manos limpias?
Por:
  • larazon

Pablo Hiriart

El fraude a Pemex, a Citigroup y el lavado de dinero presuntamente cometidos por la empresa Oceanografía, nos hablan de que el sexenio de las manos limpias tiene lunares. Y no son pequeños.

Oceanografía y el empresario Gastón Azcárraga son el símbolo de grupos económicos consentidos por los dos gobiernos anteriores, y es necesario que rindan cuentas, porque éstas no cuadran.

No se trata de pedir una cacería de brujas, que sería de antemano condenable. Pero una función esencial de la alternancia en el poder es que se vigilen unos a otros. Donde hubo excesos y abusos, que se castiguen.

En las acusaciones se menciona que Oceanografía contó con el apoyo gubernamental para multiplicar sus ingresos en un par de sexenios, ayudada por licitaciones obscuras, realización de obras mal hechas y hasta inexistentes.

Que los contratos de servicios marítimos eran ganados porque daban el arrendamiento a menor precio, pero a Pemex le salían más caros porque Oceanografía ponía sobreprecios estrafalarios a los servicios en cubierta.

Y que para obtener créditos para avituallarse y tener la capacidad técnica de recibir los contratos que tenía al alcance de su mano en Pemex, Oceanografía pidió préstamos a Citigroup avalados por facturas falsas, o por cuentas por obrar que en realidad ya habían sido cobradas.

¿Cuánto de eso es verdad?

¿Logró todo eso Oceanografía por tráfico de influencias, a través de los hijos de Marta Sahagún?

Si es así, ¿por qué el supuesto tráfico de influencias se extendió hasta el sexenio de Felipe Calderón?

Son preguntas que necesitan ser respondidas con una investigación seria, profunda, y que los hechos salgan a la luz pública y en su caso sean castigados.

En buena hora la PGR solicitó orden de aprehensión contra Gastón Azcárraga, empresario consentido de los dos sexenios anteriores, cuyas irresponsabilidades las pagamos todos los mexicanos.

Gastón Azcárraga quebró la aerolínea insigne del país, Mexicana, y sus manejos obscuros en el ramo hotelero causaron daño a personas de carne y hueso, así como a la hotelería y a la industria turística.

¿Cuánto de eso fue solamente irresponsabilidad, o hubo también tráfico de influencias y connivencia con autoridades?

Hasta ahora el gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido más que escrupuloso en el buen trato hacia los integrantes de la administración pasada. Pero los beneficiados con esa pulcritud no lo entendieron así.

Al contrario, actuaron como si en realidad se les tuviera miedo y se soltaron con insultos y burlas hacia el Presidente, pues consideran que éste se encuentra atado de manos.

Todo indica que se equivocaron. Que son cerros de expedientes los que hay y que deberían ir saliendo con frialdad y sin espíritu de venganza.

Veamos si en realidad hubo “manos limpias”.

Nota : En la edición de hoy se despide de La Razón nuestro compañero Fernando Escalante, uno de los intelectuales más lúcidos y honestos de México, que supo traducir al lenguaje periodístico sus apreciaciones sobre los problemas de nuestro país y del mundo. Un abrazo a Fernando, con el deseo de un pronto regreso a ésta que es su casa.

phl@3.80.3.65

Twitter: @PabloHiriart