¿Nueva reforma a Pemex?

El Presidente Felipe Calderón informó a través de Bloomberg que planea presentar una nueva reforma a Pemex para sacarlo de su rezago operativo y financiero.

En otras ocasiones nos hemos referido en este espacio al deterioro operativo y financiero de Pemex, la empresa pública más importante del país. Por ejemplo, considerando los números del año pasado tenemos que el promedio de la producción de petróleo crudo fue de 2 millones 576 mil barriles diarios, el menor volumen de las últimas dos décadas, después de que en 2004 alcanzó su nivel máximo, de 3 millones 383 mil barriles.

Con respecto a su desempeño financiero, el resultado de Pemex es negativo: Mientras sus ganancias brutas alcanzaron 607 mil millones de pesos durante el 2010, los pagos al fisco ascendieron a 654 mil millones de pesos, con lo cual la pérdida neta reportada fue por 48 mil millones de pesos.

Este resultado se acumuló a los 352.5 mil millones de pesos que ha registrado como pérdidas en años anteriores, lo cual llevó a su Patrimonio a ser negativo en 113.8 mil millones de pesos. Además, en este último renglón destaca el crecimiento de sus pasivos laborales, que alcanzaron 661.4 mil millones de pesos.

De esta manera, la reforma al sector del 2008 no resolvió su problema de producción, su régimen fiscal, ni atendió el déficit en el fondeo de sus pasivos laborales.

Ayer, el Presidente Felipe Calderón dijo en una entrevista con la cadena de televisión Bloomberg en Nueva York, que impulsará una nueva reforma a Pemex. Detalló que la propuesta que enviará al Congreso en septiembre tiene la intención acercar a la empresa al esquema de Petrobras.

Con esta nueva reforma, dijo, Pemex podría revertir seis años de caída en la producción con la concesión de contratos con empresas extranjeras que estén basados en resultados. También, la empresa podría emitir acciones para capitalizarse, en lugar de recurrir a mayor deuda.

Así las cosas suenan bien, pero se requeriría una reforma constitucional para lograrlo. Y la mejor manera de avanzar en un cambio de esta magnitud no es precisamente enterando a los legisladores mexicanos de este proyecto a través de un medio de comunicación extranjero.

No tardaremos en oír las voces que se opongan, y el reclamo presidencial porque se cancela una iniciativa que ni siquiera se ha presentado al Congreso.

manuel.herrera@3.80.3.65

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