Pagamos por el ambiente musical

Pagamos por el ambiente musical
Por:
  • larazon

El lunes 27 de julio nos sorprendió escuchar en la primera emisión de Hoy por hoy de Televisa Radio, con Carlos Puig, el reporte de varios comerciantes establecidos, respecto a que integrantes de la Sociedad Mexicana de Fonogramas, Videogramas y Multimedia (Somexfon), está recaudando el cobro de regalías por la posesión de aparatos reproductores de música, radios y televisores en los comercios de cualquier índole.

Su argumento es que la Ley de Derechos de Autor y de distribución de música, prevé que todo difusor de música en forma comercial estará obligado a pagar a esta agrupación por el uso de distractores ambientales sonoros a su clientela.

En el caso de las discotecas, los restaurantes, las tiendas de autoservicios e incluso en las estéticas o despachos médicos, ya se tenía contemplado un pago de un salario mínimo diario o hasta 40 salarios por la exposición de música grabada.

Lo insólito es que la Somexfon ha reiterado que serán miles de negocios establecidos, entiéndase desde loncherías hasta boutiques, clínicas, oficinas o transportes públicos, los obligados a efectuar este pago mensual por regalías; entendiendo además, que escuchar música es un recurso que favorece a la mejor venta en todo negocio comercial.

Respetando que la piratería ha robado hasta un 70 por ciento de los productos sonoros y visuales al mercado legal en México, estas medidas de “recaudación indirecta” al comerciante o radioescucha, cabe resaltar, serán una negligencia que llevará a que la Somexfon ataje contra el derecho individual de obtener información, música, entretenimiento y bienestar por cualquier medio.

Cobrar a cualquier negocio comercial que suponga desde la audiencia de cuarenta personas en adelante hasta miles de escuchas potenciales, es lo mismo que hacernos pagar por tener derecho a respirar, tomar agua o relacionarnos en comunidad.

Es además, un mercado de cultivo para que extorsionadores de toda índole, se aprovechen de los locatarios, transportistas o empresarios en nombre de un cobro para regalías intelectuales de los autores de música grabada nacional e internacional.

Si bien, las emisoras de radio y televisión, lo mismo que los sonideros o sistemas de pago por televisión y música ambiental pagan ya a la misma Somexfon y a la Sociedad de Autores y Compositores de México por la difusión de música de forma masiva, ahora también habrá “cazadores de escucha masiva” para hacer pagar a los comerciantes.

A mi juicio, queda claro que la radio y la televisión son bienes de consumo público y no se devenga ningún pago por derecho a escuchar o ver, y este pago de regalías, no llegará a los autores e intérpretes, sino a las disqueras.

Todo esto es una coerción al derecho a la información y al entretenimiento, cosa que no acabará con la piratería, sino que la fomentará. ¿Escuchar música en público es un delito? ¡Esto es a lo que yo llamo surrealismo mexicano!

laventanaciega@yahoo.com.mx

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