Panorama económico y monetario

Panorama económico y monetario
Por:
  • larazon

La economía mexicana entra en su segundo año de recuperación y anticipamos que el “bache” quedará superado hacia mediados de este año para dar paso a una fase de expansión en nuestro ciclo económico.

En este proceso, la interacción de la demanda externa y la interna apunta hacia una contribución más equilibrada, en contraste con buena parte del 2010, cuando el impulso del sector manufacturero en Estados Unidos hizo avanzar al sector exportador mexicano.

Este año, el empuje de la demanda interna promete jugar un papel de mayor importancia, con la inversión y el sector construcción reactivándose y el consumo privado consolidando su recuperación gracias a lo que esperamos será la continuación de un mejoramiento gradual en la calidad del empleo y ganancias reales en los salarios. En este contexto, la inflación local apunta hacia una tendencia descendente durante el año, mayoritariamente explicada por una favorable comparación anual y la fortaleza cambiaria que por naturaleza contrarresta presiones inflacionarias.

Sin embargo, es importante apuntar que tanto el panorama externo como el interno, no se encuentra libre de riesgos. A nivel global siguen predominando los desequilibrios y la naturaleza heterogénea en la recuperación.

El bloque desarrollado continúa mostrando una recuperación gradual, donde la contribución de los apoyos fiscales y monetarios parece ser todavía crucial y la necesidad de un proceso de consolidación fiscal es, desde nuestro punto de vista, uno de los principales temas pendientes. En tanto, el bloque emergente continúa figurando como el principal impulsor de la recuperación global, Asia en particular. De hecho, algunas economías de este bloque ya muestran signos de sobrecalentamiento que imponen presiones al alza en sus inflaciones y justifican la decisión de sus bancos centrales de continuar tomando medidas para contener dichas presiones.

 La economía mexicana se ubica como una de los casos de excepción a nivel global. Si bien se recupera a ritmo acelerado, hasta ahora el repunte en la demanda interna no ha sido lo suficientemente robusto como para implicar un sobrecalentamiento, restando un riesgo al alza sobre la inflación local. Es justo en este contexto donde el Banco de México no se encuentra ya en un ciclo de alzas en la tasa de Interés de referencia, en contraste con algunos de sus pares latinoamericanos. Basados en el lenguaje de los miembros de la Junta de Gobierno, tal pareciera que no se tiene la intensión de comenzar a elevar la tasa de fondeo en el corto plazo.

No obstante, existen por lo menos dos potenciales catalizadores de alzas en la tasa de referencia este mismo año: 1) la necesidad de afianzar las credenciales de credibilidad del Banco de México en un contexto desde tanto los analistas como los mercados exhiben expectativas de inflación de mediano y largo plazos superiores al objetivo del banco; y 2) el riesgo de que los altos precios de las materias primas a nivel internacional, en conjunto con los recientes choques de oferta, lleven a alzas generalizadas en los precios locales. En nuestro caso, pensamos que una conjunción de ambas llevaran a que el banco central actúe este mismo año.

jvirgenroj@banamex.com