Pascua política latinoamericana

Pascua política latinoamericana
Por:
  • horaciov-columnista

Si bien la Semana Santa y la Pascua se caracterizan porque el flujo de noticias se concentra en temas de índole religiosa, globalmente se presentaron interesantes temas de coyuntura política, como los atentados terroristas de Bélgica y Pakistán de la semana pasada, o el tiroteo de hace dos días a unos pasos de un centro neurálgico del poder en Estados Unidos, el Capitolio. América Latina no se quedó atrás.

 La paz en Colombia. En septiembre del año pasado el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el jefe del grupo terrorista guerrillero de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) anunciaron la inminencia del fin del conflicto que tanta violencia ha generado en Colombia durante cinco décadas. Las negociaciones parecían tan avanzadas que hasta una fecha se atrevieron a proponer: 23 de marzo de 2016. Bueno, pues llegó el día y con ello el incumplimiento del acuerdo. Si bien ambas partes lamentaron no haber logrado el acuerdo, la complejísima negociación pareciera que, más que descarrilarse, requiere de un tiempo mayor al que calcularon en su momento las partes.

 Carnaval carioca. El gobierno del PT de Dilma Rousseff se encuentra en uno de sus momentos más críticos y su torpeza política la tiene al borde de la destitución. La coalición gubernamental llegó ayer a la ruptura cuando el Partido del Movimiento Democrático Brasileño —el mayoritario de Brasil— abandonó sus posiciones de gobierno y el “compañero de fórmula”, el vicepresidente Michel Tamer, del PMDB, anunció que se encuentra listo para formar un nuevo gobierno.

 Obama en Cuba y Argentina. A unos meses de terminar su gobierno, el presidente de Estados Unidos realizó la histórica —comparto el adjetivo que todo el mundo ha usado y que no deja de ser el más preciso— visita a Cuba, tras casi nueve décadas de que un presidente estadounidense no viajaba a la isla. Se perfila el horizonte de una nueva relación entre los dos países, que vivieron por décadas uno de los peores episodios de la Guerra Fría en la región. Anacrónico —pero esperable y entendible—, Fidel Castro salió a criticar a principios de la semana, en un editorial del Granma, la visita y el discurso de Obama.

No de la misma trascendencia histórica, la visita de Obama a Argentina, después de dos décadas de que un presidente de Estados Unidos no hacía una visita oficial, se produjo en el marco del 40 aniversario del último golpe de Estado en ese país. Entre los varios resultados hubo dos que me parecen de la mayor relevancia: el primero, el reconocimiento del papel de Estados Unidos en el apoyo a los gobiernos militares de la región, la lentitud en el proceso de colaboración sobre las violaciones a derechos humanos y la desclasificación de archivos sobre ese periodo negro; el segundo, la reinserción de Argentina en la comunidad financiera internacional, al irse resolviendo el álgido tema de los llamados “fondos buitre”. Nada mal para el gobierno de Mauricio Macri, que apenas atraviesa el umbral de los 100 días.

hvives@itam.mx

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