Paulina se repite

Bibiana Belsasso

Se siguen sumando muertos y daños materiales ante la insólita situación climatológica que vive el país. Nunca antes desde que se tiene registro habían coincidido de tal forma un huracán y una tormenta tropical atacando simultáneamente el pacífico y el golfo. Los daños son enormes sobre todo en Veracruz, Guerrero y Tamaulipas.

Son más de un millón 200 mil los afectados por estos dos fenómenos meteorológicos, desbordamientos de ríos, deslaves en caminos, inundaciones y caídas de puentes que han dejado incomunicados a miles de personas. Escasez de comida, electricidad, agua, falta de medicamentos.

El problema no va a cesar en unos días que terminen las tormentas, se va a empezar a agravar una vez que se tenga que sacar adelante a los damnificados, reconstruir sus viviendas, rehacer las vías de comunicación, llevar agua potable y electricidad a donde no la tienen.

El estado más afectado por la tormenta Manuel es Guerrero: 22 muertos, 238 mil damnificados y mas de 40 mil turistas varados en Acapulco. En la mañana del lunes el gobernador del estado, Ángel Aguirre, había enviado un comunicado manifestando que aún no había podido llegar a Acapulco porque las condiciones meteorológicas se lo impedían. La seguridad y la vida de los seres humanos es primordial pero ¿no hubiera sido factible que el gobernador de Guerrero se trasladara a la ciudad de México y de aquí viajara en avión de una manera segura, como lo hizo hasta el lunes en la tarde noche?

Tan sólo en el puerto de Acapulco se han tenido que instalar más de 100 refugios para la gente que ha perdido prácticamente todo lo que tenían.

Guerrero había sido ya azotado por el huracán Paulina, en 1997. En ese entonces el gobernador interino era el actual gobernador, Ángel Aguirre. En un comunicado de la Presidencia de la Republica fechado en octubre del 2000 se especifica que “fueron destinados para la construcción de los daños generados por Paulina, más de mil millones de pesos. Que las obras realizadas evitarían otra tragedia como las causadas por fenómenos meteorológicos, y que Acapulco está más recuperada es una zona más segura”. El comunicado sigue: “ podemos decir que Acapulco no solamente está recuperada, sino que es una zona más segura, más propicia para la vivienda, más propicia para todas las actividades, incluyendo la turística.”

Hoy sabemos que las obras para la reconstrucción de los afectados en 1997 no fueron suficientes, y menos aún las obras recientes que se han hecho sobre todo en Acapulco.

Manuel ha sido mucho más grave que la anterior tormenta pero Paulina debió haber dejado alguna enseñanza para poder aminorar las tragedias causadas por estos fenómenos y no lo hizo.

Ahora habrá que ver qué se aprende y cómo se reconstruye Guerrero, para que fenómenos meteorológicos lo afecten lo menos posible y para que puedan salir adelante miles de personas que viven en extrema pobreza en ese estado y que cada día tienen una situación más difícil.

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