Peleas entre fracciones legislativas

Efectivamente, Ricardo Monreal batalla en el Senado para llegar a acuerdos con la pobre oposición senatorial en lo que se refiere a integrar las más de 40 Comisiones ordinarias y así poder generar las iniciativas que requieren los cambios prometidos por AMLO y en la Cámara de Diputados Mario Delgado y el viejo exmilitante del partido Comunista Pablo Gómez, rescataron ayer un dictamen de hace 8 años y rápido lo habilitaron para ser votado en el pleno.

Sin enviar la iniciativa a Comisiones, tenían prisa los “morenos” para aprobar la educción de salarios a los altos funcionarios públicos y quitar las enormes pensiones presidenciales. En la primera sesión de más de 8 horas en esta legislatura, se aprobó entre consignas la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

Con ello, en adelante ningún funcionario público podrá ganar más que el Presidente de la República. Una de las promesas centrales de Andrés Manuel López Obrador en su larga campaña. Con este madruguete legislativo Mario Delgado se pone enfrente en su carrera contra Ricardo Monreal y posiciona a sus diputados de

Morena por sobre los senadores de su mismo partido comandados por el zacatecano.

Pero Monreal va avanzado en lo de su impulso en el establecimiento de una Política de Austeridad de Estado, que obligue a todos los niveles de gobierno, que toca a gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales y locales; ministros de la Suprema Corte y jueces de todos los tamaños, a conducirse con sobriedad y lejos de excesos y lujos.

Monreal va también adelantado en lo de ir el mismo, y meter de lleno a su poderosa fracción, y al Senado mismo, en el combate contra la corrupción y su objetivo para demostrarlo es abrirle una investigación a fondo a través de la integración de una Comisión Legislativa a Rosario Robles, titular de Sedatu y ex secretaria de Sedesol. Y lo hace sin llevar Tupper con el desayuno, lo cual es demagógico, pues fijarse en miserias, cuando se tratan asuntos de interés nacional resulta ridículo.

Pero Rosario Robles tiene cuentas pendientes con Lopez Obrador, desde que ambos pelearon a finales del siglo e inicio del siguiente por los mismos cargos: la presidencia del PRD y la Jefatura de Gobierno del entonces DF.

Hoy Andrés Manuel es el presidente electo y ella pronto será ex funcionaria. Pero por encima de eso Rosario Robles ha estado durante ya casi 6 años en el centro del escándalo por supuestas multimillonarias desviaciones denunciadas por la Auditoría Superior de la Federación y múltiples trabajos periodísticos.

Hoy otro diario acaba de publicar que de su secretaría salieron más de 700 millones de pesos en efectivos que fueron a casas donde operaban empresa fantasma.

Y Monreal ya olió que, si la lleva a la cárcel, le puede dar a AMLO el primer gran trofeo en su incipiente combate contra la corrupción.

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Nos aseguran que la confianza del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en San Lázaro, está puesta en el diputado Pablo Gómez. Primero le encargó que vigilara a Gerardo Fernández Noroña ante las acaloradas discusiones que protagonizó con Porfirio Muñoz Ledo y luego le encomendó la tarea de defender las iniciativas con las que busca cumplir sus promesas de campaña.

Si no lo creen, solo basta con saber que previo al debate de la Ley de Remuneraciones, para establecer que ningún funcionario perciba un sueldo mayor al del presidente de la República, los coordinadores del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano se acercaron con Mario

Delgado, líder de los diputados de Morena, para que escuchara sus propuestas. Sin embargo, el que defendió a “capa y espada” la ley, fue Pablo Gómez.

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Para negociar el reparto de comisiones en el Congreso, Morena ofrecerá que durante las comparecencias de los secretarios de Estado, por el último Informe de Enrique Peña Nieto, serán lo más “tersas posibles”, en pro del pacto de transición que ha prevalecido hasta el momento. Nos aseguran que a cambio de que el PRI se sume al acuerdo y acepte los términos que los del partido de AMLO ya tienen arreglados con PES, PT y MC, los secretarios de Estado no acudirían al Pleno, por lo que los cuestionamientos serían mucho más leves y menos mediáticos.

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A un año de que asumió el poder y 24 horas después de su reunión con Andrés Manuel López Obrador, el gobernador de Estado de México hizo ajustes en su gabinete. Dicen que decidió cambiar piezas y rodearse de gente de su entera confianza, muy cercana al Grupo Atlacomulco. Así que colocó a Martha Hilda González Calderón, como secretaria del Trabajo; a Aurora González Ledezma, en la de

Secretaría de Turismo y a Darío Zacarías Capuchino, en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.

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El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, de nueva cuenta fue anfitrión, esta vez de los secretarios de Salud estatales que se reunieron con el titular de la Secretaría de Salud federal, José Narro Robles, sostuvo ayer una reunión privada con los secretarios de salud estatales, antes de la inauguración de la XXI Reunión Ordinaria del Consejo Nacional de Salud, (CONASA), en su calidad de presidente del consejo. En los trabajos de hoy viernes, además de los titulares estatales del ramo participan representantes del DIF, el ISSSTE, así como de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina.