Peña Nieto, lo que le espera

Peña Nieto, lo que le espera
Por:
  • larazon

Javier Solórzano Zinser

Si el gobierno quiere que se le crea lo de las “sinceras disculpas”, su compromiso con la transparencia y la lucha contra la corrupción va a tener que demostrarlo en su propia casa. Si no hay conciencia de la crisis de credibilidad en la que está, los siguientes años van a ser una continuación agravada de la desconfianza y la incredulidad.

A lo largo del sexenio no han aparecido indicios serios y comprometidos en favor de la transparencia. Todo ha sido confuso con señales contradictorias.

Como muestra está la investigación que hizo la SFP sobre las casas del Presidente, de su esposa y de Luis Videgaray. La indagatoria fue hecha en casa por los de casa, en lugar de dejarla en comisiones externas, lo cual hubiera sido una muy buena señal, además de generar la tan necesaria y urgente confianza y credibilidad.

Si de algo padece el gobierno es de credibilidad. Por más que la investigación sobre las casas se haya dado por concluida, no pasa la prueba de la confianza y la certidumbre; el gobierno lo sabe.

El gran reto de Peña Nieto, en los tres años por venir, es que logre revertir lo que ha sido una de las formas en que se ha identificado a su gobierno, la opacidad. Revertirla significa poner todo sobre la mesa y no esconder nada de lo que haga, al tiempo de dar cuentas de todo lo que haga.

Al gobierno lo ha atropellado una buena cantidad de asuntos. Desde Ayotzinapa y El Chapo, pasando por Tlatlaya y la Narvarte, la situación económica —petróleo y dólar entre otros—y el tema de las casas.

En algunos de estos casos se señala al gobierno como responsable sin serlo directamente; sin embargo, el propio gobierno actúa como si lo fuera, a lo que se suma que el entorno y las redes lo tienen en la mira y apabullado.

El tiempo ya es factor para Peña Nieto. Si no sale del atolladero de la corrupción y de la abierta crisis de confianza y credibilidad, el tiempo lo va a alcanzar cuando ya no tenga los mecanismos de control y poder, los cuales estarán en manos de otros.

Si el Presidente no da en el corto plazo muestras de interés y convicción por transparentar y luchar en contra de la corrupción el tiempo se lo va a cobrar. La transparencia le va a traer en medio de la opacidad y la corrupción endémicos grandes retos y riesgos, pero lo contrario lo va a poner contra las cuerdas y bajo escenarios inéditos.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

La SFP no tomó en cuenta todos los elementos, se partió de una concepción para llegar a lo que querían llegar: Edna Jaime, Pdta. México Evalúa.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano