Penales, un informe inobjetable

Penales, un informe inobjetable
Por:
  • javier_solorzano_zinser

El informe de la CNDH sobre el estado de los penales pone de nuevo en la mesa el tema de los derechos humanos, y si es que se puede hablar de una violación generalizada en la materia. Mediante una profunda investigación la comisión consigna de manera fundamentada lo que a menudo se dice pero no necesariamente se puede demostrar.

Cuando se argumenta que la violación de los derechos en el país es generalizada se tiene a los penales como uno de los elementos clave para fundamentarlo. Es fácil entrar a la cárcel y se puede convertir en un imposible salir de ella.

No importa si se es culpable o no. Cuando se entra la vida cambia y cualquier detenido pasa por una serie de situaciones que llevan a la ley de la selva. No se sabe quién gobierna el penal, pueden ser las autoridades en complicidad con los reos o pueden ser los mismos reos quienes someten a la autoridad.

Las cárceles son la visión más acabada que tenemos de la corrupción, la injusticia y la violación de los derechos humanos. Lo que hace el informe de la CNDH es evidenciar lo que se intuye, se sabe y a veces se dice. Los penales son uno de los elementos que han sido tomados como prueba para hablar de la violación generalizada en derechos humanos.

Se podrá decir que es una exageración porque las cosas en diversos estados no son como lo que sucede en Veracruz, Guerrero y Tamaulipas, por mencionar algunos. Algo hay de razón porque se dice que no se pueden comparar y para ello se habla de lo que pasa diariamente y plantea hacer un seguimiento de los medios de comunicación locales para comprobarlo.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que son diversas las variables que definen el estado de las cosas, algunas están a la vista y otras hay que investigarlas e ir tras ellas.

No están en la calle, sino en una detención irregular en cualquier esquina; basta con que se vea a alguien con tipo de “sospechoso”, como si fuera un concepto legal, para que inicie la pesadilla. De ahí viene la comparecencia ante el MP, y si le seguimos se pasa a la cárcel, en donde todo puede ocurrir; todo depende a partir de ese momento si se tienen abogado y dinero.

Nuestros procesos de justicia y nuestros penales son dos de las variables que con razón nos meten en los terrenos de la violación de los derechos humanos. Es cierto que para algunos pudiera parecer una exageración hablar de una violación generalizada.

Sin embargo, no hay respuestas cuando se coloca en el centro a los procesos legales y a los penales. No hay cómo defenderse porque muchas de las violaciones están documentadas en el país y no han cambiado las cosas.

Habrá estados en donde la vida sea en apariencia diferente, pero los lados flacos surgen en el momento en que se entra en el túnel sin fin que tiene como protagonistas a la justicia y a los penales.

Son espacios en donde los derechos humanos son aleatorios o de plano no existen, sin perder de vista que son espacios que se definen como extensión de la vida cotidiana. Son una forma de ser de expresión de una sociedad. Está para leer a detalle el informe de la CNDH, es un espejo que no hay manera de evadir, tiene mucho de nosotros.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

* Llegué invitado a Honduras por Berta Cáceres el 1 de marzo, iba a estar unos días para impartir un taller. Esa noche Berta me dijo que me quedara a dormir en su casa, la cual está en las afueras de la ciudad. Era como la medianoche cuando escuché ruido y disparos, algunos de ellos en mi contra, se habían metido violentamente a mi cuarto. Todo pasó en segundos. De inmediato me comuniqué con amigos y conocidos en México y Honduras. Berta era una mujer extraordinaria, comprometida y querida, por su labor y por lo que representa exigimos justicia. Fue una pesadilla que se acentuó cuando no me dejaron salir del país:

Gustavo Castro, activista, director de Otros Mundos.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano