Perdonan al alcalde de San Pedro

-En estos momentos en que se discuten nuevas leyes en materia de seguridad, el ex subprocurador Federico Ponce Rojas recuerda que la línea divisoria entre la seguridad pública y la nacional es muy delgada, pero si la iniciativa de reforma a la Ley de Seguridad Nacional se aprueba en el Congreso, se restablecerá el Estado de derecho y los ordenamientos legales para el uso y ejercicio legítimo de la fuerza. Ponce reconoció que ese monopolio del gobierno para usar la fuerza, en las actuales circunstancias, parece que se les va de las manos. Entonces es importante sacar adelante la nueva ley para tener un orden jurídico que delimite las funciones del Ejército. Anoche se daba una fuerte oposición a cambiar las normas y la amenaza de la “generación del no” parece que volverá a triunfar.

 Mariano González Zarur tiene los suficientes elementos para ganar en Tlaxcala, cuenta con el respaldo de políticos de primer nivel: Manlio Fabio Beltrones, Enrique Jackson, Emilio Gamboa, Ulises Ruiz y más de 15 gobernadores priistas, además de ser conocido en su tierra, en donde ha hecho “talacha”, pero sabe que su paisana, Beatriz Paredes, no es confiable. Hace seis y doce años le jugó las contras y triunfó primero el PRD y después el PAN, sin tener presencia importante esos dos partidos. Pero habrá que ver ahora cómo se comporta la presidenta del PRI, si le apuesta a la victoria o a la traición. Hace un par de meses ambos cenaron en un restaurante del DF, pero habrá que esperar, si cumple su palabra, por el bien de su partido y del futuro político de Beatriz.

 El alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández, con una actitud valentona tomó posesión haciendo el anunció de que utilizaría a grupos de “rudos”, es decir, delincuentes, para combatir a los narcos. Desde Gobernación, Fernando Gómez Mont, le llamó la atención, no quiso dar su brazo a torcer, pero ayer ya reconoció que corrió a los “duros”, a los malosos, pero la información que le dieron, comentó que sí la usará para desactivar a los grupos delictivos, con la participación ciudadana. O sea que Mauricio vuelve a la legalidad, después de que le jalaron las orejas, aunque debe estar contento porque no sufrió el arraigo al que sometieron a los alcaldes de Michoacán por sus vínculos con el narcotráfico.

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