Puesta en escena o va en serio

Estaba muy anunciado que al presidente de la Federación Mexicana de Atletismo (FMA), Antonio Lozano, lo traían en la mira. Llevaba varios años siendo señalado como presunto responsable de serias irregularidades, las cuales fueron hechas por los propios deportistas.

Si alguien conoce lo que pasa en el deporte son los atletas. Ellas y ellos son quienes tienen el termómetro. Saben lo que es competir y saben cuál es el entorno que les permite practicarlo.

Las federaciones deportivas se han convertido, en la mayoría de los casos, en cotos de poder. Sus representantes hacen y deshacen. A veces se toman muy en serio su trabajo, pero en muchas otras se mueven buscando no perder el poder sin importar las formas.

A menudo se mantienen no por los resultados deportivos de los atletas, sino por los arreglos que hacen y por la complicidad con la que actúan con otras federaciones o áreas del deporte.

La detención de Lozano no causó sorpresa. A lo largo de varios años se le señaló por presunto peculado. Juan Luis Barrios y Ana Gabriela Guevara, entre otros, denunciaron al presidente de la FMA, pero no les hicieron caso.

Alguna razón habrá para que varios años después se haya atendido la demanda. Quizá fue desempolvada por lo que vimos en los Juegos Olímpicos de Brasil, quizá porque un juez encontró que era hora de poner el tema en la mesa, o quizá se debe a que el director de la Conade ya encontró el camino para poner ante los tribunales a dirigentes de diversas federaciones y el caso de la del atletismo es la primera.

Lo que importa, mas allá de la relevancia e importancia que tiene la acción legal, es saber si existe una voluntad y convicción de cambio en el deporte nacional. Si todo va de la mano de venganzas y acciones espectaculares, como suele suceder, lo de ayer es simple y sencillamente una puesta en escena.

Si así fuera va a servir exclusivamente para que a Lozano lo metan en la cárcel unos cuantos días para que después salga regrese de inmediato a su oficina bajo el “no pasa nada”.

¿Detrás de la detención de Antonio Lozano está una aplicación de la justicia o existe también una intención firme por revisar el estado que guarda el deporte mexicano? ¿Realmente va pasar algo serio y profundo o únicamente estamos ante una venganza y una sacudida para asustar al dirigente?

Si nos atenemos a la cara que traía Lozano ya lo lograron, pero como no se trata sólo de eso, la oportunidad y el llamado de atención llegan en el momento oportuno y abren posibilidades para ir a fondo.

El deporte mexicano se la ha pasado entre más sombras que luces. Los principales problemas se han concentrado en los dirigentes. Los atletas hacen lo que pueden con lo que tienen a la mano. Lo que hace a los deportistas fuertes y competitivos en buen número de casos es su vocación y sus familias, las cuales apoyan a sus hijos, a lo que se suma el dinero que pueden poner.

Se ha repetido una y otra vez que las federaciones son unas cloacas que nadie se atreve a tocar. No se ha hecho una investigación a fondo. Se llega a pensar que son entes autónomos intocables que si por algo se distinguen es por su opacidad y por no rendir cuentas.

Deportista que cuestiona o no se deja se le hace a un lado e incluso se le puede llegar a impedir competir.

¿Servirá para el deporte mexicano la detención de Antonio Lozano? ¿Es el preámbulo de una profunda investigación en todas las federaciones? Si nos atenemos a los antecedentes vamos rumbo al algo que tiene que cambiar para que todo siga igual. Está en las cabezas del deporte dar un paso adelante y no sólo jugarle a la espectacularidad de una publicitada detención.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

* Todos los hechos que se presentaron el lunes están interrelacionados. Cuando se merman las posiciones de los terroristas atacan a la población civil, es lo que está pasando. Los 6 años de guerra civil en Siria parecen pasar de largo para el mundo.

Maruan Soto Antaki. Escritor.

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Twitter: @JavierSolorzano