Que alguien despierte al Contralor

Si alguien lleva dos años durmiendo la mona en el Gobierno del DF, ése es el contralor Ricardo García Sáinz, a quien las tropelías de funcionarios perredistas le parecen una gracia.

Luego de varias lunas sin aparecer públicamente, el contralor salió ayer a exonerar al delegado en Álvaro Obregón, Eduardo Santillán, de lo acontecido en el Bar Bar, donde balearon al futbolista Salvador Cabañas.

Y quizá no haya nada contra Lalito, pero García Sáinz tampoco encontró nada contra Francisco Chiguil, que incluso fue destituido como delegado en GAM por la tragedia del News Divine.

El ex secretario de Programación y Presupuesto de José López Portillo tuvo el cinismo de invitar a la ciudadanía a denunciar a malos funcionarios.

Dijo que tiene la instrucción de Marcelo Ebrard para atender y solucionar cualquier queja en ese sentido. Pues si en realidad se dio esa instrucción, seguramente don Ricardo estaba dormido. No pudo ni siquiera proporcionar un aproximado sobre funcionarios sancionados; mucho menos precisar alguna investigación en curso.

Todo mundo sabe que es brother de Marcelo y que hace equipo con René Cervera, pero de ahí a que se la haya pasado vegetando desde que el 7 de febrero de 2008 sustituyera a Beatriz Castelán, no se vale.

De por sí ese puesto quedó desacreditado con la administración de Bertha Luján, que fungió seis años como tapadera de El Peje. Seguro García Sáinz no recuerda que tiene pendiente la denuncia DKD/SQID/D129/2009, que por consejo de Marcelo vecinos pusieron contra funcionarios de Xochimilco por la venta ilegal de puestos en las plazas Francisco Goytia, El Piojo y Rata Sucia.

A nadie en el gobierno le preocupa la Contraloría; por eso sacan a sus ratas por la puerta de atrás, sin denunciarlos. Así se dio una baja más en Xochimilco, pues luego de clausurar antros en el “corredor cultural” de avenida Guadalupe I. Ramírez a raíz de lo del Bar Bar, se pasó la charola para reabrirlos. El mismísimo director Jurídico y de Gobierno, Sergio El Diablo Flores, acompañado de su subdirector de Verificaciones, Ulises Lanz, por cierto consejero estatal del PRD, pactó un arreglo.

La cuota era de 200 mil pesos por negocio, pero los afectados le pusieron un cuatro, en el que estuvo de acuerdo el jefe delegacional, Manuel González, y con los billetes en la mano le pidieron su renuncia.

El funcionario se fue, no hubo castigo; el contralor sigue durmiendo. Lo mismo pasó en la GAM, donde Osvaldo Mejía Quintero, ex coordinador de asesores y no secretario particular del delegado Víctor Hugo Lobo, que fue atrapado transando y no hubo denuncia, sólo le echaron.

 CENTAVITOS... Queriendo lucirse en su territorio, el delegado en Venustiano Carranza, Alejandro Piña, fue con una comisión de diputados a El Arenal para recibir el agradecimiento de los colonos por la mano que les echó en las inundaciones. No esperaba que los vecinos le reclamaran precisamente su falta de solidaridad y que si alguien los había ayudado era Marcelo; la cosa se puso fea y Piña y los diputados huyeron momentáneamente.

jadrian02@yahoo.es

fdm