¿Quién pagará ahora la fiesta de los políticos españoles?

¿Quién pagará ahora la fiesta de los políticos españoles?
Por:
  • larazon

Héctor Badillo

En Madrid

En las elecciones autónomas y municipales que tendrán lugar aquí el próximo domingo 24 de mayo, la crisis económica, el desempleo, la corrupción y sus cicatrices se harán presentes.

Los españoles vivirán su primavera democrática de 2015 en medio de lo que podría ser la consolidación del fin del bipartidismo (Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español) que había caracterizado a los procesos electorales en este país.

Este proceso, sin embargo, se dará en medio del cobro de facturas por parte de la población sobre las medidas de austeridad y los programas económicos adoptados para hacer frente a la crisis económica de los últimos ocho años, que mantienen a España como una de las naciones más débiles de la comunidad europea.

Con al menos cinco millones de desempleados inscritos en los programas para apoyar a sus ciudadanos sin trabajo, España también vivirá estas elecciones municipales con el fortalecimiento de las voces de partidos que no están dispuestos a formar coaliciones con las grandes organizaciones políticas y que invocan a la ciudadanía con sus reclamos de mejoras en la calidad de vida, así como a una relación más justa con algunos sectores como la banca, a la cual se le ha subvencionado con dinero público para evitar su quiebra, mientras que la población sufre de muchas carencias.

Aquí en España se han fortalecido movimientos de corte cooperativista para generar lo que se conoce como la “banca ética” o “banca sostenible”, que no se sujeta a las imposiciones de las tasas de interés de los mercados financieros.

Las imágenes de ancianos que pierden sus viviendas ante la ejecución de una hipoteca incumplida están en la mente de muchos electores de las provincias españolas y seguramente se lo cobrarán al gobernante PP.

En abril pasado, no obstante, el llamado “paro” presentó su caída más pronunciada en comparación con el primer trimestre de 2005 y ese dato, entre otros, se ha convertido para los más optimistas en el gobierno de Mariano Rajoy del Partido Popular en la bandera oficial de la recuperación. Sin embargo, no es suficiente. En 2007, el nivel del paro era de dos millones de españoles y en esta primavera se acumulan cinco millones. Así que el camino hacia la recuperación aún es largo.

España, dijo el presidente Mariano Rajoy, es "la nación más antigua de Europa, la más cohesionada, con las infraestructuras mejores del mundo; con un sistema de pensiones y una sanidad gratuita y universal que nadie ha liquidado”.

"¡Qué no mientan”, les reclamó a los políticos que ahora pretenden capitalizar la crisis y la confrontación en las urnas.

España, es cierto, no es Grecia. En España ha fluido el dinero público para salvar sectores enteros, a sus empresas, a sus bancos, pero sobre todo para mantener el estatus quo ante los inversionistas de los mercados financieros y la comunidad de la Unión Europea.

Sin embargo, muchos españoles en los llamados comicios 24M consideran que se acumulan muchas promesas incumplidas y piden que los contribuyentes simplemente “dejen de pagar la fiesta” de los políticos.

Partidos como Podemos y Ciudadanos están disputando al Partido Popular de centro-derecha y al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de centro-izquierda, la supremacía socialdemócrata en estas elecciones autónomas y municipales con una oferta totalmente de izquierda, lo que podría dar nuevas señales del orden político para la conformación del Parlamento (Congreso de los Diputados) así como en el Senado.

A la Secretaria General del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, a quien el diario The Wall Street Journal calificó como la nueva líder en la cruzada de la austeridad en España, le cobrarán, para empezar, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha el deterioro de la calidad de vida de muchos españoles, quienes consideran que esta región se transformó en la “cenicienta” de España.

Recortes y más recortes del gasto para reducir el déficit de la administración pública y el freno a los ajustes de impuestos se vieron aderezados en contra de Cospedal por el escándalo del Caso Bárcenas, que involucra una investigación por supuestos donativos ilegales de constructoras para causas del Partido Popular, lo que —se pensó— involucraba también delitos fiscales.

Así se viven en España las elecciones, intensamente y bajo la lupa los pecados de los políticos; cada impacto de sus decisiones en la vida de los electores. En México, los comicios intermedios del próximo 7 de junio llegarán con electores que sufren también desempleo, falta de oportunidades pero además violencia y, sobre todo, mucha incertidumbre.

La decisión de quienes voten a solas en México, sin embargo, no está alimentada por el tipo de debates que se presentan hoy en las comunidades españolas, sino por la guerra mediática y la guerra sucia, por los escándalos y el lodo que se logre lanzar los partidos, lo que hace cada día más difícil creer en

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Twitter: @Hector_Badillo