Repudian sentencia a Javier Duarte

Por enésima ocasión en este sexenio, la sentencia de nueve años de cárcel que un juez federal le impuso al exgobernador priista de Veracruz Javier Duarte, acusado pública y documentadamente por la Auditoría Superior de la Federación del saqueo de recursos públicos, y que le abrirá las puertas de la cárcel en menos de la mitad de la condena, volvió  a desatar una inmediata, airada e indignada reacción de repudio en diversos sectores de la sociedad, lo que vuelve a poner en entredicho la forma en la que los representantes del Poder Judicial aplican la justicia en este país.

Integrantes del Congreso de la Unión, de las bancadas de Morena y de la oposición, abogados y funcionarios del actual gobierno aliancista de ese estado, dirigentes y legisladores locales de partidos políticos y hasta la propia PGR, coincidieron en sus críticas a esa sentencia que algunos legisladores calificaron de ridícula, burda y de ser una burla a las mismas autoridades que dicen estar en contra de la corrupción e impunidad.

DE ESTO Y DE AQUELLO

Lo sucedido la madrugada del sábado 27 de septiembre de 2014 en Iguala, en donde 43 normalistas del casi centenar que fue detenido por policías de ese municipio y de Cocula, que fueron entregados al grupo criminal de Los Rojos, fue recordado también ayer por familiares de las víctimas en actos, tanto en la Ciudad de México como en otras del interior.

De acuerdo con las investigaciones que realizara la PGR a raíz de esos hechos, los estudiantes desaparecidos fueron, al parecer, confundidos con miembros de una agrupación rival a aquél, que les dio muerte e incineraron; versión que fue, ha sido y es rechazada por padres, madres y hermanos, quienes reclaman esclarecer lo sucedido.

Después del encuentro que sostuvieron la mañana del miércoles con el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, recibieron de éste el ofrecimiento de que una vez que tome posesión del cargo firmará un decreto para que se formalice la comisión que indagará “la verdad” de lo ocurrido.

En respuesta a los reclamos de escritores, pintores, académicos y de la comunidad artística, el líder de la banca de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, Mario Delgado Carrillo, atendió, entendió y corrigió la pifia de haberle entregado al PES las comisiones de Cultura y de Salud, que quedaron en manos de los morenistas Sergio Mayer y Miroslava Sánchez, respectivamente.

Por cierto que otra Miroslava, de apellido Carrillo, presidirá la Comisión de Puntos Constitucionales en la Cámara baja, y ya ni apuntar que también milita en el partido que fundó hace cuatro años el hoy Presidente electo, y que confirma que la mitad de comisiones quedaron en manos del mismo.