Repunte del IGAE

El comportamiento del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) confirma las características de la reciente recuperación económica: sigue en marcha, es moderada y es desigual entre los distintos sectores de actividad económica.

Llama la atención el ángulo diferente y a veces contrapuesto que se leen las notas en algunas ocasiones. Por ejemplo, sobre el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de abril, algunos medios destacan: “Repunta fuerte el crecimiento”, mientras que otros: “Se desacelera la economía”.

La diferencia obedece en este caso a la relevancia que se le otorga a las dos diferentes mediciones de crecimiento, la anual y la mensual. Veamos:

Primero, si bien para la cuantificación del IGAE se utiliza el mismo esquema conceptual y metodológico del Producto Interno Bruto (PIB), integra información preliminar de las distintas actividades económicas. Por lo tanto, no es el PIB y sólo debe considerarse un indicador de tendencia de la economía en el corto plazo.

Así, el IGAE es un número índice mensual que actualmente tiene base 2003, al igual que el Sistema de Cuentas Nacionales que elabora el INEGI y el crecimiento se obtiene al comprar dos fechas: El crecimiento anual es la variación porcentual del IGAE de abril del 2010 comparado con abril del 2009, el cual fue de 7.2 por ciento. Esta es la mayor tasa de de los últimos dos años y para ubicarla en contexto, recordemos que en abril del año pasado no sólo la recesión tocaba fondo, sino que se sufrían los impactos de la contingencia sanitaria.

El crecimiento mensual fue de 0.95 por ciento (es decir, la variación del IGAE de abril del 2010 comparado con marzo anterior utilizando cifras desestacionalizadas), el cual es inferior a las tasas mensuales de marzo y febrero. De ahí que se afirma que “se desacelera la economía”.

Por sector, el único que presentó una tasa de crecimiento mensual positiva fue el agropecuario, con +7.91%, mientras que la industria y los servicios cayeron -0.29 y -0.44%, respectivamente.

De ahí que podemos decir que la tendencia de la economía es hacia una recuperación con mayor fuerza (después de la recaída de principios de año), aunque todavía desigual sectorialmente.

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