Retos de solvencia II

Retos de solvencia II
Por:
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Razones Financieras

Por Miguel Sierra

Con la entrada en vigor de la Nueva Ley de Seguros y Fianzas (abril 2015), México se ha puesto a la vanguardia en el tema de regulación financiera. Aun cuando en otras regiones sigue estudiándose, las autoridades mexicanas decidieron ir adelante y aparecer como el regulador más proactivo en el ámbito mundial.

Para la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), Solvencia II constituye un régimen integral basado en tres pilares con los modelos más recientes de regulación del sistema financiero: I: Requerimientos cuantitativos más precisos (reservas técnicas y capital); II: Un gobierno corporativo más sólido (control y auditoría internos, función actuarial, mejor administración de riesgos, una revisión más profunda de la administración de las entidades por el Supervisor); y III: una mayor transparencia y revelación de información, como la base para una efectiva revisión por parte del mercado.

Ahora los Consejos de Administración de las empresas juegan un papel mucho más relevante, al establecer métodos y procedimientos para sus organizaciones; la CNSF revisará el cumplimiento a esas normas, mas no las establecerá como en el pasado. ¿Estarán preparados los actores —reguladores y regulados— para sus nuevos roles?

Respecto a la problemática en su implementación, en el Pilar I se tienen dificultades en el establecimiento de metodologías para el cálculo de reservas técnicas. En virtud de la gran diversidad de riesgos que las compañías enfrentan por los negocios a los que están expuestos, a la amplia disparidad que existe en la calidad de información histórica y al abanico de modelos actuariales existentes, por lo que ha sido prácticamente imposible llegar a un consenso. Algunas compañías tendrán repercusiones fuertes por requerimientos de capital, debido a los altos niveles que resultarán de reservas técnicas. Aquí la pregunta es, ¿por qué se decidió promulgar la ley cuando claramente la CNSF sabía que muchos aspectos relativos a este Pilar I estaban inconclusos?

En el Pilar II se ha tenido un avance significativo, sin embargo, el reto es asegurar que las tareas reportadas por las compañías como concluidas, efectivamente lo estén. Un reto mayor es el genuino cambio en la gestión administrativa de las empresas, con una cabal cultura de riesgos.

El Pilar III implica para las instituciones enfatizar en el cuidado y calidad de la información que van a compartir con terceros. Para las empresas medianas y pequeñas del sector asegurador / afianzador este Pilar puede representar fuertes inversiones. El reto aquí es grande.

En conclusión, la entrada en vigor de la Nueva Ley de Seguros y Fianzas ha sido en papel un gran logro para nuestro país. El tiempo nos dirá si es así, aunque por el momento han sido muchos los retos que tanto la CNSF como las compañías reguladas están enfrentando.

miguel.sierra@am-intense.com