Retos del 2016

Retos del 2016
Por:
  • montserrats-columnista

Le decimos adiós al 2015 con un cúmulo de esperanzas y problemáticas que enfrentar en el año que nace. Este año pasará a la historia como un momento de cambio, una coyuntura histórica que puede marcar un antes y un después en los años por venir. En este año nos dimos cuenta de que la economía no volverá nunca a ser la misma.

Los gigantes dependen de los países en desarrollo; y los países en desarrollo ya no pueden apostar a las materias primas y los combustibles fósiles para salir adelante. El cambio climático y el agotamiento de las reservas de petróleo nos llevaron a un camino sin salida, es momento de apoyar una nueva era nutrida por una economía sustentable. La revolución de las inversiones por venir y la carrera por adaptarse o morir iniciarán gracias a la firma de la cumbre del clima de París.

El signo notable de este año fue la crisis de refugiados, la reacción de los países receptores y las terribles causas de esta guerra que se entrelazan con la ambición y el terror. Fuimos testigos de grandes contrastes: crueldad sin tregua a manos de grupos terroristas y la reacción espontánea de los ciudadanos que, a pesar de los pesares, abrieron sus brazos a las familias que huían de la aniquilación. Sí, el recrudecimiento de las acciones del Estado Islámico es la marca del 2015.

Este año nos lleva a preguntarnos por nuestra humanidad y por el trato que debemos darnos los unos a los otros. Recuerdo la polémica declaración de Ángela Merkel en torno a que Europa debería volver a los valores cristianos y las múltiples menciones de Dios que han hecho los precandidatos a la presidencia de los Estados Unidos en sus campañas. Sin embargo, la muerte y la crueldad que se han desatado en el mundo parece justificarse justo en el nombre de Dios. ¿Qué pensará este Dios (cristiano, musulmán, judío…) de los actos que realizamos en su nombre?

El 2016 abre sus puertas en medio de una aparente confrontación entre el Occidente de tradición cristiana –liberal y firmemente arraigado en los valores de la Revolución Francesa y los Derechos Humanos– y los extremismos que nutren al terror. Me refiero tanto a el Estado Islámico como a las posturas incongruentes que se están dando en esta región del mundo que buscan proteger a un grupo discriminando a otros. Estas posturas comparten el desprecio a la vida humana y una nula comprensión de la igualdad que existen entre los hombres, sin importar su credo, edad, raza o lugar de nacimiento.

Este año que comienza requiere que levantemos la voz para defender la humanidad en donde sea que la encontremos, que busquemos -en las religiones o en la filosofía- las múltiples razones que tenemos para vivir en paz y para reconocer en el rostro del otro un ser humano igual a nosotros mismos.

msalomonf@gmail.com