Salvar a la humanidad

Salvar a la humanidad
Por:
  • larazon

Gil Gamés

Mienten quienes afirman que Gil adelantó el viernes, a los amigos verdaderos y a la malta, y que por esos mundanos motivos se ausentó de esta página del fondo. Injurias de viperinos indomables. La verdad es que los estornudos cimbraron el amplísimo estudio desde muy temprano. A cada estornudo, Gil se llevaba los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz: ¿influenza? Dios libre a la lectora, al lector y a Gamés.

Se sabe: la influenza A/H1N1 va al alza. O como diría Madame Gordillo: “la influencia A/HLNL podría rebotar y rebrotar”. Según sus periódicos de Gilga, en la última semana se confirmaron 961 casos nuevos. Se han acumulado mil 517 casos y han muerto 135 personas. Por fortuna, las autoridades sanitarias no declararán una pandemia en curso. No se nos vaya a ocurrir salvar otra vez a la humanidad, aquel salvamento nos salió carísimo.

Si Gamés recuerda bien, el ex presidente Calderón dijo que la oportuna intervención de México había salvado a la humanidad, ni más ni menos. Según esa versión, el género humano habría de-saparecido de la faz de la tierra. Tal vez, algunos mutantes, sobrevivientes del día final, caminarían por la colonia Condesa en busca de un restorán donde saciar el hambre posterior al fin del mundo. Esta estampa catastrófica no ocurrió debido a la rápida intervención de la Secretaría de Salud y su histórico secretario. Para ese acto de heroísmo, el gobierno ordenó paralizar al país. Cero escuelas, restoranes, estadios, cines, fábricas, oficinas de burócratas. Limpie con alcohol los picaportes, no abra la puerta, use tapabocas, no bese ni a su madre. ¿A qué te dedicas?, le preguntaban a Gil. A salvar a la humanidad, respondía éste con inusitada seriedad.

El reporte de la Secretaría de Salud informa que la transmisión de la influenza y particularmente de la cepa pandémica A/H1N1, sigue activa y con tendencia al alza las próximas seis semanas. La letra A designa a los virus de la gripa humana y la de algunos animales como cerdos y aves y las letras H y N (Hemaglutininas y Neuraminidases) corresponden a las proteínas de la superficie del virus. Aigoeeii. Gamés tiene su buena Wikipedia, ¿cómo la ven? Sin albur.

Ahora mal: el origen de la infección es una variante de la cepa H1N1 con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana, algo así como una torta cubana. Entonces la torta sufrió una mutación y dio un salto, como si se hubiera transformado en un sope verde del mercado de Sonora y empezó el contagio entre los humanos. No somos nada: apenas el extravío de un gen, filosofó no sin melancolía Gamés.

Gil estornudó y tuvo un escalofrío y miedo de la gripa porcina como se le llamó en un principio en aquel año de 2009. También es cierto que en ese tiempo la Organización Mundial de la Salud la clasificó como nivel de alerta seis. Y ahí es cuando nosotros entramos a salvar a la humanidad. El Mel Gibson de ese mundo Mad Max fue el secretario de Salud: José Ángel Córdova Villalobos. Gil se pone de pie.

Así las Casas (muletilla histórico-indigenista cortesía de González de Alba), si usted siente dolor de cabeza, escalofríos, fatiga, dolor en los ojos, pérdida del apetito y le da la calentura muy alta (no empiecen), no se trata de una secuela por encontrar en la prensa la imagen del presidente Peña Nieto con el dictadorzazo Raúl Castro, hay una posibilidad de que sea influenza. Por lo demás, el presidente de Uruguay, Pepe Mujica, se merece no sólo el Águila Azteca sino todas las águilas y sus famosos nidos por su inaudita secretaria.

La máxima de Bukowski espetó dentro del ático: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de recibir órdenes”.

Gil s’en va

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Twitter: @GilGamesX