Y que se enoja en Washington el secretario De la Madrid

Y que se enoja en Washington el secretario De la Madrid
Por:
  • gerardo_garcia

Es que en efecto la respuesta que dio ahí, pues era razonable. Lógica, envuelta no sólo en nacionalismo, sino en razones certeras. Palabras poco diplomáticas; pero palabras ciertas. El asunto es que los interlocutores, diría aquella autora, son de Plutón y el reclamante terrícola.

Y así, pues nomás no.

No fue fácil el encuentro que sostuvo la semana pasada el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, con funcionarios del Departamento de Estado de la administración Trump en Washington. Ríspida, la reunión con uno de los funcionarios de esa dependencia encargados de la redacción de las alertas de viaje a los ciudadanos estadounidenses no acabó en los mejores términos. El secretario De la Madrid reclamó airadamente el tono de las últimas modificaciones realizadas a éstas en torno a los destinos turísticos mexicanos y advirtió que, de no replantearse las mismas, México podría emitir alertas de viaje a sus ciudadanos sobre destinos en Norteamérica.

Y pues el funcionario trumpiano simplemente le respondió, palabras más, palabras menos, que hiciese lo que considerara; pero que ellos, los estadounidenses, harían lo que ellos consideraran y no necesitaban de opiniones externas. La diplomacia, pues, no fue el elemento preponderante en esa reunión.

¿Debe preocupar al gobierno mexicano esa ríspida reunión?

En este espacio le he contado en diversas ocasiones sobre las alertas de viaje citadas. Declaraciones, principalmente declaraciones, de empresarios del sector que advertían del riesgo que significaría el que se incluyera a los destinos de sol y playa –Cancún, Cabos, Riviera Maya- en estas alertas. De cómo podría impactar en la llegada de viajeros estadounidenses, nuestro principal mercado. Lo cierto es que parecen no haber hecho mella. Si no sucede nada extraordinario, el crecimiento estimado de visitantes estadounidenses en este año difícil ronda el doce por ciento. O sea que con las alertas no sólo no dejaron de visitar al país, sino que llegaron más ciudadanos de ese país. Sea por el favorable tipo de cambio o sea por la fortaleza del producto que se oferta, sea lo que sea, más estadounidenses están visitando México.

Será necesario, como amagó el secretario De la Madrid en Washington, "¿poner alertas de viaje a los mexicanos para que desestimen visitar el país vecino?".

Definitivamente no.

De acuerdo con cifras del gobierno estadounidense, la caída de viajeros mexicanos en los primeros seis meses de este año fue del 9.4 por ciento. Hay estimaciones que al cierre del año la caída será de más del doce por ciento. Sin necesidad de alerta de viaje alguna, los mexicanos están viajando menos a un país que nos tienen como segundo mercado emisor de viajeros. La razón principal, el discurso de odio del presidente Donald Trump y las amenazas a México; más allá que el fortalecimiento del dólar pueda ser razón, lo principal tiene que ver con la política del presidente norteamericano.

Es cierto que debe cabildearse ante el Departamento de Estado y que la autoridad mexicana debe pugnar porque se modifiquen las alertas y se ajusten a la realidad. Es cierto que la violencia ha crecido en este año como nunca antes en Los Cabos y Cancún; pero es igual de verdadero que no ha habido un turista en riesgo.

Y ello lo sabe el consumidor estadounidense, en tanto sigue privilegiando en su intención de viaje el venir a nuestro país.

¿Que el secretario fue rudo y poco diplomático?

Pues sí. Pero pues en ocasiones no puede ponerse la otra mejilla, en cuando ya la tienes machucada.