Siria y el G13

Nizar Dana

En Ammán

Cada vez que un rayo de luz ilumina el conflicto sirio, algo sucede, interna o externamente, que lo apaga dejando a la población cruelmente sumida de nuevo en la oscuridad de una guerra criminal y sin fin.

Los ministros del Exterior de los cinco miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU, parece que están llegando a un acuerdo sobre una resolución sobre las armas químicas de Siria. Rusia, para cooperar en el proceso, insistió en ser considerada entre los países que controlarán y protegerán las armas químicas.

En realidad los que tenían que ponerse de acuerdo son el secretario norteamericano y el ministro ruso, porque cada uno trataba de conseguir beneficios políticos y parece que ambos tuvieron éxito. También El Assad confirmó que su delegación irá a la Conferencia de Ginebra II y no está en contra de que participen los opositores...

Pero cuando se pensaba que todo iba bien y y las cosas iban a tomar su carril, surge una nueva situación, mezclando las cartas, provocando un desorden muy grave capaz de llevar el país al punto cero de nuevo. ¿Por qué los que ayer eran aliados, ahora, sin aviso previo son enemigos? Y es que la niebla que envuelve la lealtad de las fuerzas de la oposición es la culpable de sus continuos fracasos a nivel nacional e internacional. El no estar seguros de a quién ni por qué sirven a éste o al otro y la falta de comunicación y de cooperación produce una lacerante contradicción entre ellas… y la pregunta es por qué ahora.

Trece grupos armados de la oposición declararon en un breve anuncio que ellos no reconocen a nada ni nadie que se haya formado en el exterior sin contar con ellos, por ejemplo no reconocen a la Coalición Nacional ni al gobierno Provisional, encabezado por Ahmed Touma, y por tanto dicen que no los representa. Entre ellos hay brigadas que pertenecían al Ejército Libre Sirio el cual está relacionado con la Coalición Nacional, pero en general en estos grupos que son de carácter religioso islámico, están los más radicales relacionados con Al Qaeda, como Al Nusra y El Estado Islámico de Irak y Siria; otras menos radicales relacionadas con los Hermanos Musulmanes, como los Libres Sirios y la Brigada Monoteísta y se sabe que las llamadas Brigadas Islámicas están relacionadas con Arabia Saudita.

Así vemos que no se trata de organizaciones que quiere unificar y salvar el pais, sino que defienden a diferentes políticas e intereses. Por ejemplo, las Brigadas Islámicas tienen un objetivo claro: crear un sistema basado en las leyes islámicas y tratan sin cesar de unir más combatientes a sus filas. De esta forma debilitan a las fuerzas liberales o, en otras palabras, a los verdaderos revolucionarios que están luchando por la unidad de Siria y la democracia.

Frente a esta situación, el régimen se siente cómodo por primera vez desde hace más de dos años de enfrentamientos y justifica su versión de que estas fuerzas fueron las que trataron por todos los medios de provocar una intervención extranjera y que, cuando sintieron que dicho ataque pretende ser anulado y que todo apunta a que en la cercana Conferencia de Ginebra se producirá algo positivo, formaron esta división y declararon su estrategia.

La repuesta de parte de todos aquellos liberales que quieren llevar a Siria hacia un futuro mejor es crear un diálogo y unir sus fuerzas para eliminar a estos intrusos.

Pero hay demasiados intereses en juego, demasiados países, demasiadas ganas de matar a la gente por un beneficio económico-politico, esperemos que esta vez “los buenos” ganen y en Siria al fin termine el horror.

nizardana.razon@gmail.com