Tamaño descaro de Martín Esparza

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Por:
  • larazon

Desde que su codicia por el dinero fácil terminara por hundir en la ineficiencia total a Luz y Fuerza del Centro, se sabía que el dirigente del SME, Martín Esparza, tenía de luchador social lo mismo que tres pies el gato.

Allá quien creyera sus pantomimas de marchar codo con codo junto al pueblo trabajador o sus augurios de que cada 100 años se produce una revolución en México y por eso en 2010 viene otra… la que harán él y los explotados.

Basura: un revolucionario de verdad, el Che Guevara, demostró que un revolucionario de verdad expone el pellejo para demostrar las verdades. Y Esparza lo único que quiere es dinero para vivir con lujos.

Como en fin de año, cuando se fue de placer a Ixtapa-Zihuatanejo, mientras tres mil afiliados al SME pedían monedas en la calle para poder comer por haber seguido su orden de no aceptar la liquidación del gobierno.

Puede parecer natural que una persona rica como Esparza vacacione a todo trapo. Incluso él mismo tendría derecho de hacerlo si no fuera porque incurre en una incongruencia deleznable.

Y no sólo porque manda a los tres mil sindicalizados que aún lo siguen a hacer huelgas de hambre y rechazar el dinero que les corresponde por ley tras la extinción de Luz y Fuerza del Centro, sino porque los engañó.

Sí: a quienes mientras él vacacionaba reclamaban el pago de aguinaldo y bono de ahorro, Esparza les mintió diciéndoles que en realidad iba a representarlos en un congreso en Chi-

huahua.

Hasta su chofer, Andrés Carmona, justificó la ausencia de su jefe en un evento el 27 de diciembre en Xochimilco, porque “tuvo que salir de emergencia”.

Es el mismo Esparza que se pagaba un sueldo de 372 mil pesos —163 mil pesos más alto que el del presidente Felipe Calderón— según la Tesorería del SME.

Su salario debería ser de 25 mil pesos —12 mil 500 por empleado y 12 mil 500 por representación sindical— pero tenía bonos por productividad, puntualidad, eficiencia y otros, todos discrecionales, pues los sindicatos no están obligados a rendir cuentas.

Y que, consigo, el SME llegó al paroxismo de la corrupción: las plazas para el área de ingenierías costaban 400 mil pesos, en conexiones 220 mil, en análisis 150 mil, en cableado 70 mil y en intendencia 50 mil, según el expediente 258/2009, abierto en el Juzgado Sexto de Ecatepec.

Es cierto que El Jefe Diego es dueño de Punta Diamante y algunos grandes empresarios no pagan impuestos. La diferencia es que éstos no pregonan honestidad, mientras Esparza dice que el gobierno le quitó el sustento a él y su familia, pero se pasa una semana en la playa.

Y todavía tiene para invitar a cuatro más.

ruben.cortes@3.80.3.65

fdm