Tanhuato, el pasado los condena

Javier Solórzano Zinser

Un enfrentamiento de poco más de tres horas con un saldo de 43 muertos, 42 presuntos delincuentes y un federal, inevitablemente provoca dudas. Por más que la autoridad se afane en ofrecer versiones no es fácil aceptarlas en función de lo que ha pasado en el último año; el pasado los condena.

Los enfrentamientos en Tlatlaya y Apatzingán tuvieron versiones distintas de las que originalmente ofreció la autoridad. En el caso del municipio del Edomex dos mujeres, testigos oculares, dieron a conocer una versión distinta de la que presentó la autoridad: los presuntos delincuentes sometidos se habían rendido y a pesar de ello fueron ultimados.

El enfrentamiento del seis de enero de este año en Apatzingán tuvo en Proceso una versión distinta de la que aseguraba, vía el entonces comisionado Castillo, que los muertos habían sido producto del “fuego amigo” entre grupos delincuenciales.

Lo que ha provocado la mayor reacción, a pesar del gran esfuerzo que realizó la autoridad, es el caso Ayotzinapa. Por más que se haya colocado el concepto de “verdad histórica”, para definir el trabajo de investigación, siguen existiendo cuestionamientos. La duda y la credibilidad han estado de la mano y ya se asoman en Tanhuato.

En el municipio michoacano han venido pasando muchas cosas en las últimas semanas. Enrique Hernández, fundador de grupos de autodefensa junto con Hipólito Mora y el Dr. Mireles, fue asesinado hace algunos días en la zona. Tanhuato es cada vez más importante como corredor de la droga, el municipio está a 25 km

de Jalisco.

El área está siendo controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, aunque Los Caballeros Templarios la están reclamando y peleando. A decir del Padre Gregorio López, de Apatzingán, quizá una de las pistas a seguir en Tanhuato pueda ser el enfrentamiento entre estos grupos y otros, como Los Viagras y Las Ardillas.

Está claro que las autoridades saben lo que les espera en cada esquina en algunos municipios del país. El CJNG emboscó brutalmente a 15 federales a los cuales acribilló y derribó un helicóptero militar el día en que Guadalajara tuvo su día de perros. No se trata de actuar de manera benevolente a los presuntos delincuentes, y más después de ver cómo actúan, pero lo que no se puede hacer es actuar fuera del marco de la ley, el cual le da un amplio margen de maniobra en estos casos a la autoridad.

Lo que no se puede hacer es someter el estado de derecho bajo supuestos. Las versiones de los familiares y de los presuntos delincuentes tienen sus intereses y razones. No se les puede creer tan fácilmente aunque lo dicho esté en actas y sea motivo de primeras planas. Lo que sí debe hacer la autoridad es transparentar sus actos y hacerlos públicos para que no nos aparezca otro Tlatlaya.

 RESQUICIOS. Así nos lo dijeron ayer:

* Los familiares nunca van a decir la verdad de lo que le pasó a las víctimas en Apatzingán: Padre Goyo López, párroco Apatzingán.

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Twitter: @JavierSolorzano