Todo suena muy raro

Todo suena muy raro
Por:
  • larazon

- Vocablos duros como el coyol

Después de revisar los magnos festejos bicentenarios, vacíos como un puño cuando se abre una mano, Gamés estaba hojeando sus periódicos del día. La edición de su diario Milenio le ofreció una bofetada de alerta leyendo (ah, el gerundio) a Ciro Gómez Leyva. El título era más o menos sugerente: “Los hijos de puta de Aguilar Camín”. Gómez Leyva se refería a una declaración de Héctor Aguilar en el programa radiofónico del periodista en el cual afirmó que nunca vio ni oyó en la furia legítima de una madre que había perdido a dos hijos, ni en la indignación colectiva, un solo grito condenando a los asesinos, a los que llamó no sin cierto énfasis “hijos de puta”. Y Gómez Leyva tituló así su contribución en la página tres de su periódico Milenio.

 Vámonos durísimo

Primero que nada, Gamés se espantó un poco por los destinatarios de esta expresión idiomática. No es la primera vez que Gil cavila acerca de algunos títulos de los colaboradores de Milenio y no será él quien se oponga al uso coloquial de ciertas chingaderas que también son palabras útiles y que además atraen lectores como la chingada. Si este artículo se llamara “Pinches ojetes”, el director Hiriart le llamaría a Gamés al menos para comentar la aparición de estos vocablos en letra impresa. Ahora mal: todavía hay una diferencia entre una declaración radiofónica y una frase escrita. Que cada quien escriba como se le dé su rechingada gana, pero hay lo que se llama variedad en el vocabulario: crímenes como los que cometió un grupo de asesinos en Ciudad Juárez son desde luego abyectos, viles, zafios, repugnantes, despreciables. Gamés caminó por el amplísimo estudio y meditó: las palabras tienen significados. ¿O ya no? A la mañana siguiente Gil leía otra vez su periódico Milenio y pensó que le habían traído el diario de ayer, pues el nuevo artículo de Gómez Leyva se titulaba así: “Los hijos de puta y los vecinos de la planta de abajo”. El periodista glosó de nuevo la intervención de Aguilar Camín en la radio y se refirió a los 400 comentarios de lectores que opinaban sobre su colaboración en la página online del día anterior. Gamés se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y cogitó (gran palabra), no sin vanidosos afanes sentenciosos: lo que vende, vende, eso que ni qué.

 Malas compañías

Gil está confundido. El revoltijo de las alianzas lo ha hundido en una barahúnda mental de pronóstico reservado. Hasta donde puede colegirse, las alianzas del PAN y el PRD ocurrirán para derrotar al PRI en las elecciones de estados de la República (Oaxaca, Durango, Puebla, Hidalgo, Sinaloa), pero en casi todas estas liaisons dangereuses han amasado la asociación con candidatos que hasta hace unos minutos pertenecían al PRI. Entonces en Oaxaca, Durango, Puebla y tal vez Sinaloa, la lucha contra los gobiernos priistas se llevará a cabo con políticos (es un decir) que han sido priistas, actúan como priistas, arreglan sus asuntos como priistas. Salvo que de la noche a la mañana estos personajes hayan cambiado las claves de su ADN político. Suena raro. Menos mal que Gil no tiene que votar pues se haría unas bolas espantosas con las boletas y sus convicciones terminarían en el tacho de la basura. El lío no será menor. Gamés ya se imagina los climas postelectorales donde las votaciones sean competidas y los resultados cerrados. El Presidente será el autor de una gran máquina de problemas, como si le faltaran. ¿No son éstas razones suficientes para la confusión de Gil? Pongamos una perplejidad más en la mesa de regalos de estas bodas de rompe y rasga. Gamés lo leyó en su periódico La Razón: un entenado de Elba Esther Gordillo, Rafael Moreno Valle, panista de cepa, ex priista de raza, será abanderado por el PRD para contender en Puebla con otro priista. Hortensia Aragón, secretaria del PRD de Puebla ha coruscado (gran palabra) con luz propia y dicho esta máxima que hubiera envidiado el cardenal Mazarino: “En Puebla conviene una amplia alianza […] Entiendo que quien está mejor posicionado es Moreno Valle”. Pues que les pachó muchachos perredistas. ¿No habíamos quedado en que la maestra Gordillo hizo de las suyas en las presidenciales del 2006? Esto lo va a saber Liópez. Todo esto suena muy raro. Gamés les dice lo siguiente a los aliancistas (gran palabra): el pragmatismo ciego siempre pasa facturas impagables sin embargar alguna propiedad (qué tal el aforismo). Al tiempo lo hablamos. Gil s’en va.

Tres sin Sacar

Depuis 1997

agp