Trump, el racista inevitable

Trump, el racista inevitable
Por:
  • bibiana_belsasso

Como no se veía desde los años 60, se vivió la marcha supremacista del pasado fin de semana. Al menos tres personas murieron y 35 resultaron heridas durante la polémica manifestación de blancos cuyo lema es “unir a la derecha”, y que provocó violentos enfrentamientos en Charlottesville, Estados Unidos.

Decenas de neonazis y supremacistas llegaron a la pequeña ciudad de Charlottesville, golpeando con palos y bates a personas. Muchos de ellos con armas largas, con esvásticas nazis y anagramas del Ku Klux Klan, amenazando y pegándole a la gente. Los acompañaba David Duke, el histórico líder del grupo racista sureño.

Por la mañana del sábado, luego de que se declarara a Charlottesville en estado de emergencia, un coche atropelló a un grupo de personas que marchaba por el centro de la ciudad protestando pacíficamente contra el rally blanco nacionalista.

Una mujer de 32 años, identificada como Heather Heyer, perdió la vida. Ella llevaba carteles de rechazo a la protesta supremacista.

Horas más tarde, funcionarios confirmaron la muerte de otras dos personas en un accidente de helicóptero cerca de Charlottesville, que se ha vinculado con la violencia en las manifestaciones.

Es una tragedia que esto pase en Estados Unidos. Hasta antes del inicio de la campaña de Donald Trump, las heridas tan profundas que ha causado el racismo parecían cerrarse.

Pero al inicio de la contienda electoral, la tragedia que se vivió en Virginia era predecible. La campaña que hizo ganar al magnate fue ofensiva y racista.

El tono del republicano ha sido desafiante y con desprecio hacia las minorías:

lo mismo atacó a los mexicanos, que a los musulmanes y a los asiáticos, valiéndole el voto duro de la ultraderecha estadounidense, el mismo que le permitió vencer a Hillary Clinton en la elección de noviembre pasado.

No podemos olvidar algunas de las frases que lanzó Trump durante su campaña que encendieron el ánimo racista:

“Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes a EU”.

“Si gano las elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa”.

“México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores”.

“Éste es un país en el que hablamos inglés, no español”.

Cuando Trump ganó la presidencia, el Ku Klux Klan anunció que realizaría un festejo en Carolina del Norte. “La candidatura de Trump unió a mi gente”, indicaba la invitación.

Esa misma semana, en la preparatoria Southern Lehigh High School, varios estudiantes gritaron insultos a sus compañeros homosexuales y afroamericanos, llamándolos ‘recolectores de algodón’, haciendo alusión a las actividades que realizaban los esclavos negros; mientras que en Nueva York, concretamente en la NYU Tandon School of Engineering, algunos alumnos escribieron “Trump” en la puerta del salón de oración de un grupo de alumnos musulmanes.

Para el 28 de noviembre, a menos de un mes de las votaciones, una organización especializada en monitorear grupos extremistas en Estados Unidos, El Centro Legal Sureño para la Pobreza, daba a conocer que en promedio se registraban 100 delitos racistas diarios.

Después de las agresiones de este fin de semana, Donald Trump tardó 48 horas en emitir una condena. Y es que estos grupos nazis, supremacistas y del Ku Klux Klan son los que lo apoyaron para llegar a la Casa Blanca.

Solamente leyó un breve comunicado en el que dijo que “el racismo es el mal”, y se fue sin aceptar preguntas.

La realidad es que para el presidente estadounidense esas manifestaciones no son racismo, son libertad de expresión. Al mandatario no le preocupa que haya grupos de blancos que protesten porque gobiernos anteriores han invertido en obra social. Esa postura es lo que lo ha hecho ganar. Y ésa es su base. Una base que seguirá alimentando.

Muy lejos está el presidente de EU de Martin Luther King cuando decía:

“Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas”.

bibibelsasso@hotmail.com

Twitter: @bibianabelsasso