Un secreto bien guardado

Un secreto bien guardado
Por:
  • javier_solorzano_zinser

Cozumel. Si algo ha tenido de positivo el actual proceso electoral es que, como en pocas ocasiones, los ciudadanos lo hemos seguido a detalle, estamos al tanto y además lo discutimos.

Nada de lo que está pasando se nos pasa de largo, y si bien estamos en medio de confrontaciones, algunas auténticas, otras por pasiones desbordadas y hasta fanáticas, es un hecho que las elecciones nos están haciendo pensar en nosotros y en el destino del país.

Cozumel es una prueba más de ello. Con motivo de los 500 años de su fundación, la alcaldía ha organizado una serie de conversatorios con diferentes personas para escuchar y opinar.

Cozumel tiene algo de paradisiaco, no sólo por ser una maravillosa isla, sino también porque sus habitantes la cuidan y la quieren. Han sido capaces de frenar intentos de construcciones, que en muchos casos ponen en riesgo los muy saludables equilibrios de la misma.

El nivel y calidad de vida es favorable en comparación con otras zonas turísticas del país. La población no ha crecido de manera significativa, se calcula en 85 mil, tasa similar, más menos, a la que ha tenido en los últimos años.

Cozumel tiene algo de secreto bien guardado. Sus habitantes saben de los riesgos de un crecimiento incontrolable con hoteles con cientos de cuartos, el hecho de que sea una isla tiene, nos dicen, sus beneficios; es un “mecanismo de defensa”.

De lo que no se han podido salvar, es de algunos de sus gobernantes. La huella de Roberto Borge tiene sus pisadas por Cozumel. Lo último fue, ya con él en la cárcel, la colocación de un artefacto explosivo, en uno de los barcos de su propiedad, los cuales transportan turistas en la ruta Playa Morelos-Cozumel.

La historia, según las primeras investigaciones, se resume a que fue un acto provocado por los propios dueños de los barcos, se trataba de cobrar un seguro; lamentable, por decir lo menos.

En nuestro turno en los conversatorios, en el extraordinario y visitable planetario de la ciudad, todo se concentró en las elecciones. Quién va a ganar, qué puede pasar y cómo se ven las cosas desde por acá.

Todo indica que López Obrador también tiene en Cozumel una posición de privilegio. La simpatía que provoca, junto con temores conocidos, tiene que ver con los entornos y lo vivido. Aquí también se está cobrando el deterioro del Gobierno federal, y particularmente del estatal.

La baja popularidad de José Antonio Meade se evidenció en una reciente visita del candidato del PRI. Nos aseguran, sin militancias de por medio, que a duras penas se juntó la cuarta parte de las personas que se esperaban.

Lo que es un hecho, es que a pesar de ser un importante centro turístico, en donde no hubiera cabida para nada más, las y los cozumeleños se están dando tiempo para desarrollar proyectos culturales y de discusión pública.

No es una tarea fácil para una ciudad que concentra todos sus esfuerzos económicos y sociales en el turismo; sin embargo, con voluntad y convicción se está trabajando en cosas nuevas.

Los “conversatorios” son una prueba de lo que se anda haciendo entre ciudadanos y gobierno de la isla.

RESQUICIOS.

Van dos del fin de semana.

La memoria a la basura.

La fotografía muestra a López Obrador, Manuel Espino y a Germán Martínez en un acto público, eufóricos y desbordados levantándose los brazos en señal de triunfo ante una multitud que en medio de la fiesta se le diluye la memoria. Hasta parece que se conocen de toda la vida, que han sido “compañeros de lucha” y que nunca se han dicho nada entre ellos.

El PRD ha luchado por causas de avanzada, progresistas y sensibles, sobre todo en temas de género. Hace mucho tiempo que anda a la baja y no parece que haya tocado fondo. Da la impresión que está viviendo bajo el riesgo de seguir existiendo. Alejandra Barrales, su candidata al Gobierno de la CDMX, en la singular alianza que tiene el PRD con el PAN, está en contra de la suspensión del embarazo, el cual ha peleado y le ha costado al PRD; el PAN, de plácemes.