Una América distinta a la de Hugo Chávez

Una América distinta a la de Hugo Chávez
Por:
  • larazon

Durante el gobierno de Vicente Fox, México perdió liderazgo en Latinoamérica. Trató de congraciarse con el norte, lo que no logró, y terminó por desmontar una buena relación con el resto del continente.

La lejanía mexicana ha permitido que avance la presencia de Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, y que se haya creado todo un grupo de presión alrededor del venezolano, en el que participan Cuba, Ecuador y Bolivia.

¿Esta alineación es definitiva? No necesariamente y menos si se construye un espacio para propuestas más serias de trabajo.

Ésa es la idea de crear un grupo en el que participen todos los países del continente, con excepción de Estados Unidos y Canadá.

No se trata de sustituir a la OEA, pero sí de contar con un mecanismo en el que se puedan procesar y resolver conflictos.

En esta iniciativa el gobierno del presidente Felipe Calderón lleva mano y al parecer se consensó del modo adecuado, aunque faltará ver cómo lo entiende cada uno de los jefes de Estado.

En el mundo siempre hay que elegir, pero también hay que construir escenarios para que otros lo hagan.

Hace un par de semanas, Nader Mousavizadeh, quien fue asistente especial del secretario general de la ONU Kofi Annan de 1997 a 2003, escribió un texto para la revista Newsweek en el que propone un cambio de coordenadas respecto al trato que deben recibir “los estados rebeldes”, como él los llama, y en los que se encuentran, entre otros, Irán, Corea del Norte y Venezuela.

Mousavizadeh escribió: “nada desestabilizará más notablemente el statu quo que dar a los líderes ‘enemigos’ aquello que más temen: un fin absoluto de las sanciones económicas, comercio manifiesto y sin restricciones con clases comerciales tradicionales, intercambios educativos para sus estudiantes, y menos políticas restrictivas para viajes para la población en general, pero manteniendo los embargos de armas y las restricciones de visas para la élite gobernante”.

Mousavizadeh se refiere, sobre todo, a lo que debe hacer el presidente Barack Obama para impedir, sobre todo, que otros países se “vean seducidos” por Estados antidemocráticos por un análisis erróneo del equilibrio.

En nuestro continente esto también puede funcionar y habrá un cambio si México y Brasil emergen como las referencias más importantes, desplazando a los gritos guerreros de Hugo Chávez.

La región debe ser vista como un sitio atractivo para la inversión y el desarrollo, y no como uno de los lugares más violentos del mundo, en el que para colmo sobrevive la nostalgia, en algunos lados hecha gobierno, de aquel tiempo que ya no existe y que tuvo su gran momento durante la guerra fría.

juljard@yahoo.com.mx

agp