Venganzas, de Sinaloa a Tamaulipas

Bibiana Belsasso

Los 23 muertos que aparecieron en Nuevo Laredo el viernes pasado, tienen relación directa con los enfrentamientos que se dieron (en realidad todavía continúan) durante toda la semana anterior en el norte de Sinaloa.

Incluso los muertos que aparecieron en Veracruz, se les considere reporteros gráficos o no, parecen ser parte de la misma dinámica: que estamos ante un momento decisivo en la lucha entre los cárteles de El Chapo Guzmán y Los Zetas de Heriberto Lazcano, con todos sus aliados. También que esos mismos capos, más allá de sus organizaciones, están ante un cruce de caminos inevitable: la supervivencia, o su muerte o captura.

El 2 de mayo se cumplió un año de la muerte de Osama Bin Laden y se divulgó en los medios estadounidenses cómo fue el proceso de su búsqueda y localización durante la década que pasó desde el ataque a las Torres gemelas y el Pentágono, hasta su caída en la medianoche del 1 al 2 de mayo pasado. Una vez localizada la casa de Abbotabbad, en Pakistán, donde se podría cazar a Bin Laden (sólo había un 50 por ciento de probabilidades) pasaron ocho meses de investigación, con todos los recursos de la inteligencia estadounidense, antes de que se ordenara el ataque. No será más sencillo capturar al Chapo Guzmán o al Lazca. Con la diferencia de que en este terreno, cualquiera de ellos parece ser capaz de todo para aniquilar al otro y las fuerzas de seguridad se supone que quieren acabar con los dos.

Los enfrentamientos en Choix, en el norte de Sinaloa, y la fiesta en Monclova, Coahuila, en la que se detuvo a la banda musical Jerez, y de la que supuestamente se escapó Heriberto Lazcano, con un saldo de más de un centenar de detenidos, son capítulos de ese proceso.

Se ha dicho, que en Choix se intentaba detener o acabar con El Chapo Guzmán, pero no se sabe si era por parte de una operación de seguridad o como parte de los enfrentamientos con los Beltrán Leyva. También se dice que en ese contexto se dio una dura ofensiva contra los Beltrán y los Zetas y que fueron aniquilados en una región que prácticamente controlaban y que al que perseguían era al jefe de sicarios de esa organización criminal, llamado El Chapo Isidro. Hasta el miércoles pasado y tras cuatro días de enfrentamientos, los muertos sumaban 27 en varios poblados, donde desde hace tiempo se cree es el principal refugio de El Chapo. Llama la atención el reporte de que los integrantes de los grupos criminales hayan sido recibidos a tiros por los pobladores, que demuestra otro tipo de enfrentamiento.

Por su parte, Heriberto Lazcano estuvo a punto de ser detenido en una forma que recuerda mucho a lo sucedido con Arturo Beltrán Leyva. El capo escapó en diciembre del 2009 de una fiesta organizada por la Barbie, Edgar Valdez Villareal, en Cuernavaca. Ahí fue detenido el músico Ramón Ayala. Días después, siguiendo esa pista, las fuerzas de seguridad, con colaboración de EU, lo abatieron en esa misma ciudad. En la fiesta de El Lazca, en Monclova, había más de 100 invitados, y ya antes el grupo Jerez había amenizado otra fiesta, pero en Pachuca, Hidalgo, en honor del narcotraficante con motivo de la inauguración de una capilla en su pueblo natal y huyó minutos antes de que llegaran a capturarlo.

El trabajo de inteligencia, de México y de Estados Unidos, cerca a los capos y desmantela sus redes, lo que reduce sus márgenes de seguridad. El cerco se está cerrando.

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