Viñetas del Segundo Informe

Viñetas del Segundo Informe
Por:
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Horacio Vives Segl

Se celebró a principios de semana —el lunes con la entrega del documento escrito y el martes con el acto en Palacio Nacional— el Segundo Informe de gobierno. Veamos algunas implicaciones.

 El Día del Presidente. Jorge Carpizo, en El presidencialismo mexicano, realizó una de las disecciones más completas que se hayan hecho sobre el sistema político mexicano postcardenista y el papel protagónico que en éste desempeñaba el presidente de la República. Entre muchos aspectos, señalaba las funciones protocolarias y una suerte de matices parlamentarios en el diseño constitucional mexicano para atemperar el fuerte desequilibrio de poderes, en donde el Ejecutivo pasaba con facilidad por encima del Legislativo y del Judicial.

En esa dinámica, crear un feriado político, el Día del Presidente, el 1 de sepiembre, era parte de la lógica de veneración al vértice del sistema político mexicano. El presidente entregaba un documento y pronunciaba un (usualmente muy largo) discurso frente a una audiencia ante la que no era responsable, y la que tampoco lo podía interpelar ni con la que podía debatir.

 De la adulación a la agresión. Conforme la pluralidad política fue avanzando, el boato nada republicano de festejos consecuentes al presidente se fue transformando en una ópera bufa, particularmente desde el Sexto Informe de Gobierno de Vicente Fox. En esa ocasión, no se dejó acceder al presidente al pleno del salón de sesiones, por la protesta derivada del conflicto posterior a las elecciones presidenciales de 2006, que realizaban en ese momento los legisladores del bloque de izquierda. Con excepción de 2007, en el que al menos estuvo en el interior del recinto, el presidente Felipe Calderón no pudo rendir ninguno de sus informes ante el Congreso General. A partir de entonces, el Informe se ha tenido que dividir.

 Informes segmentados. Ante diversos intentos frustrados por encontrarle una salida al formato del Informe, y derivado de la reforma electoral de 2007 en materia de difusión de logros del gobierno, lo que observamos actualmente es un Informe segmentado en tres partes: la primera es una avasalladora campaña mediática de una docena de días, divididos previa y posteriormente a la celebración del informe; la segunda, la entrega del documento por escrito por parte del secretario de Gobernación; y la tercera, un acto imperial en el que el presidente da un mensaje a la clase política e invitados de diversos ámbitos, con gran difusión mediática.

 Aspectos puntuales. El Informe presidencial es, por definición, un catálogo de buenas acciones y cifras, en las que el gobierno emite un autoelogio por la gestión desempeñada. En esta ocasión, entre los “anuncios” más destacados se cuentan el envío de una iniciativa preferente para mejorar las condiciones de la niñez y los jóvenes, la construcción de un nuevo aeropuerto capitalino y rebautizar el programa Oportunidades —si bien “la nota” se la llevó el uso de la Plaza de la Constitución como parking—. Es lógico que el gobierno se sienta satisfecho por las significativas reformas constitucionales y legales llevadas a cabo en colaboración con las principales oposiciones y con el Legislativo. Como imagen histórica, rescato que dos líderes del PRD, por primera ocasión simultáneamente, sean presidentes de las mesas directivas de las dos cámaras del Congreso de la Unión. Es una excelente noticia para la institucionalidad de la democracia del país que aquellos que hace ocho años mantuvieron por un tiempo una posición confrontacionista, ahora realicen funciones de Estado y tengan que responsabilizarse por el adecuado desahogo de las tareas legislativas.

Ante el catálogo de buenas noticias que ofrece el gobierno en su Informe, falta diseñar un esquema donde se discutan otros problemas con la ciudadanía —más allá de los legisladores federales— y que cambie el formato de difusión, que muy pocos encuentran atractivo. Están presentes las percepciones de que la economía no se mueve, la seguridad no mejora, y que hay temas en los que no se ha hecho nada, a pesar de ser promesa medular de campaña, como el combate a la corrupción. Sigue pendiente la tarea de encontrar un mejor formato para informar y discutir.

hvives@itam.mx

Twitter: @HVivesSegl