Visión de Atoyac

Visión de Atoyac
Por:
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Julián Andrade

La Pintada es una pequeña comunidad en el municipio de Atoyac, en Guerrero. Ahí se produce café y forma parte de una tierra llena de historia, algunas veces violenta, ligada a movimientos guerrilleros y luchas sociales.

Lucio Cabañas, el fundador del Partido de los Pobres, tuvo una amplia base social, porque nació en El Porvenir  y justo en esas montañas es que tuvo secuestrado al entonces senador y futuro gobernador Rubén Figueroa.

Los años setenta fueron bastante rudos, pero esa intensidad se prolongó por el tiempo, haciendo de Atoyac una zona bastante compleja.

Su gente, acaso por ello, sabe que la solidaridad hace la diferencia y suelen ser muy unidos.

Por eso la tragedia les pega con mayor intensidad. Al menos 68 de los lugareños de La Pintada están desaparecidos y se sospecha lo peor, luego de que un cerro se desgajó.

Las autoridades cuentan con datos, testimonios, y fotografías que plantean escenarios dantescos. Es sin duda donde la devastación generada por Manuel es más evidente.

Es un hecho terrible, que dejará huella y en una situación que tiene categoría de tragedia nacional y de la que aún no tenemos un diagnóstico acabado, porque las lluvias continúan y otro huracán acaba de entrar a Sinaloa y a Baja California Sur.

Para colmo, los expertos señalan que los peores huracanes de la temporada todavía no han llegado y que estamos ante un escenario que no se vivía desde hace más de 50 años. En resumen: continuarán los estropicios del clima, hoy, mañana o en unas semanas.

Las crónicas sobre lo ocurrido en La Pintada son estrujantes, ya que narran cómo se busca entre el lodo a familiares, a sabiendas que la fuerza de la naturaleza no es controlable.

El hecho, también da cuenta, de cómo se complica todo en donde las necesidades son más apremiantes y se vive del trabajo duro en el campo.

Arturo Martínez Nateras señaló: “es mucho nuestro dolor y tan grande debe ser nuestra serenidad. Estemos listos para organizar una solidaridad real, mucho más allá de lo virtual. Por lo pronto a la indignación y al coraje agreguemos serenidad y mesura, que cada uno haga lo que realmente puede hacer”.

La clave, por supuesto, es que las autoridades y la sociedad auxilien, con eficacia, a esa pequeña comunidad y a muchas otras que permanecen aisladas y lo están pasando muy mal.

Hace también décadas, José Revueltas escribió uno de los textos periodísticos mejor logrados de la historia: Visión del Paricutin. Revueltas describía lo que quedó de un pueblo sepultado por un volcán, donde se es dueño de todo y de nada.

Algo similar se experimenta ahora mismo en La Pintada, pero no sólo ahí, inclusive en el Acapulco Diamante, con sus grandes zonas de desarrollo y turismo cubiertas por el agua.

Septiembre se nos complica. Hace 28 años la sociedad se volcaba para ayudar a la gente atrapada en los edificios derrumbados por el terremoto.

Hoy hace lo propio entre aguas pantanosas y cerros derrumbados. No está demás observar  que esa fuerza permanece intacta.

julian.andrade@3.80.3.65

Twitter: @jandradej