Wall Street supera la crisis

El largo fin de semana no limitó las negociaciones globales de la renta variable. Los inversionistas atendieron los reportes trimestrales estadounidenses al tiempo que la debilidad el dólar atraía a extranjeros a aumentar posiciones en materias primas.

La bolsa de valores de Nueva York reportó alzas generalizadas en sus indicadores lideres apoyada en firmes ganancias trimestrales y positivas expectativas empresariales para el año. Sin embargo, el mercado frenó su optimismo por los resultados de Appel, Traveles, General Electric y Morgan Stanley, tras evaluar el anuncio que hizo la Reserva Federal de Filadelfia referente a que el ritmo de la actividad fabril en la región central del país bajó más de lo esperado en abril.

Y es porque los inversionistas están consciente de que los esfuerzos del gobierno estadounidense por reactivar la economía podría sufrir algún tropiezo, si llega a modificar las políticas de apoyo fiscal con el fin de disminuir su alto déficit fiscal (+/- 14 billones de dólares).

Los mecanismo de apoyo para mantener bajas tasas de interés si han propiciado un mayor consumo, lo vemos en las ganancias empresariales, no obstante, Estados Unidos no es ajeno al acontecer internacional y puede presentar presiones inflaciones por el lado de los energéticos y los alimentos.

La alta liquidez propiciada por la Reserva Federal estadounidense así como ha mantenidos las tasas bajas también ha debilitado al dólar, provocando una salida de flujos hacia mercados más rentables y una mayor demanda de materias primas.

La demanda de materias primas es positiva cuando hablamos de metales que se usan en el desarrollo de la industria y la tecnología –reflejan la recuperación de la economía. Sin embargo, la demanda de materias primas es otra historia.

Desde que inició la crisis de 2008, el repunte de los precios agrícolas inició una carrera ascendente que no ha llegado a su fin por del desequilibrio entre oferta y demanda y las condiciones adversas del clima.

El precio del maíz, básico para alimento animal, y el del algodón han subido 82.91 y 249.32 por ciento en 27 meses, tocando niveles que deberían limitar la demanda y permitir valores más accesibles para su comercialización antes de que se trasladen al consumidor.

Pero las condiciones climatológicas auguran cosechas limitadas que seguirán justificando precios altos. Las pérdidas de trigo del año pasado, a causa de una extensa sequía, incrementó la demanda de maíz y soya estadounidense, y hoy la planicie del centro estadounidense presenta humedad que retrasará la cosecha de primavera, y no sólo eso, el potencial de rendimiento puede ser mediocre.

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