Y cuando despertamos, la corrupción seguía aquí
Gobernadores de Veracruz, ambos, uno en funciones, otro electo, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes traen pleito casado. De afrentas a denuncias, de campaña negra a otra más negra aún.
Los veracruzanos en el medio, en La Parroquia o en el Malecón, pero en medio del lodazal jarocho, nacional. Y los mexicanos todos también.
Yunes Linares se declara rico y Duarte de Ochoa lo denuncia porque su patrimonio, 16 inmuebles con valor superior a los 50 millones de pesos, no corresponden a su trayectoria profesional o empresarial, asegura.
Duarte se declara clase media y nadie le cree. A Yunes lo relacionan con pederastia, con fortuna en Estados Unidos. A Duarte con empresas fantasma y contratos fachada sobre obras para los más pobres.
A Javier Duarte, su sucesor le ha prometido cárcel mientras que el Auditor Superior de la Federación, se la ha deseado. El gobernador en funciones se allanó al perdón social, al presentar su declaración patrimonial en la cual detalló, de 1996 a la fecha, nada importante ha comprado.
Su vida profesional, incluyendo años recientes, le ha permitido comprar dos casas de aproximadamente 2 millones de pesos, tiene un par de autos y poco más. La viveza o cinismo del funcionario llama no sólo a la incredulidad, a la duda, es desafío por todo lo alto al nuevo Sistema Nacional Anticorrupción.
¿Bastará con declarar, aunque aquello no lo crea nadie? ¿quién y cómo van a constatar los dichos de quien jura no tener prestanombres? Y al próximo gobernador ¿Quién le va a revisar cuentas, negocios y fortuna?
La guerra jarocha es onda expansiva que remueve los cimientos del naciente SNA. Si a declaraciones juradas vamos, no vamos a ningún buen puerto.
Cuitláhuac García fue el candidato de Morena a la gubernatura. Sorprendió en el estado donde sin estructura ni antecedentes partidistas, molestó en las encuestas finales a los punteros Yunes y Yunes. Quedó en tercero, pero fue la nota. Hoy o mañana el humor jarocho podrá apostillar: “estaríamos mejor con García”.
Mientras uno se defiende desde su poder menguante, pero poder al fin y al cabo, el otro arremete una y otra vez para asumir, de facto ya. Veracruz es escenario del pleito entre presuntos malos y peores, entre perversos y sinvergüenzas.
La riqueza material al amparo del poder público que antes y siempre será, servicio público, ofende, pero no sorprende, las reyertas legales y discursivas trascienden lejos de las promesas de campaña, de los peces gordos y rejas para las ratas bípedas.
Corrupción es cáncer social que se manifiesta en Lores y Ladies de autos y barrios, en gobiernos presentes y pasados de Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Guerrero, Tamaulipas y cientos de municipios.
Tito Monterroso abrevió. José Cárdenas tropicalizó el sentido. Lo comparto por oportuno, enfadosamente pertinente.
urdiales@prodigy.net.mx
Twitter: @CarlosUrdiales
-
Bebé Reno: ¿Quién es en la vida real Martha, de la perturbadora serie de Netflix? | VIDEO
-
Bad Bunny comparte un adelanto de su próxima canción con Myke Towers, así se escucha 'Adivino'
-
Violeta Isfel desconcierta a fans por VIDEO sin filtros: 'está muy cuarteada'
-
Eleva AMLO tono contra EU por DH… y ahora Amnistía suma señalamientos
-
¿Si no es ahora, será mañana?