A 16 años de su muerte

5 cosas que no sabías de Henri Cartier-Bresson

El padre del fotorreportaje fue capturado por los nazi durante la Segunda Guerra Mundial; visitó México dos veces; actuó como mesero en una película

Retrato de Henri Cartier-Bresson.
Retrato de Henri Cartier-Bresson.Especial
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Este 3 de agosto se cumplen 16 años del fallecimiento del legendario fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson, considerado el padre del fotorreportaje, pionero de la fotografía de calle y cofundador de la afamada agencia Magnum Photos.

Cartier-Bresson es recordado, además de sus magníficas imágenes de la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial, la vida diaria en las calles de y otros sitios del mundo, por ser el artífice del “momento decisivo”, frase y concepto con el que definió su manera de capturar el mundo.

Para recordar a uno de los pilares de la fotografía mundial y conocer más acerca de él, te presentamos cinco cosas que seguramente desconocías de vida y sus transitar por el mundo.

Amante del trazo

Desde pequeño, Cartier-Bresson se sintió atraído por el dibujo y la pintura; “siendo niño, pintaba los jueves y los domingos, y soñaba con ello el resto de la semana”, escribió en uno de sus textos. Por ello durante su juventud estudió artes plásticas. 

Fue en cuando comenzó a alejarse de la fotografía para centrarse en el dibujo, pues aseguró que había dicho todo lo que podría a través de la primera. Usaba principalmente lápices y tinta y tuvo su primera exposición pictórica en la galería Carlton, en Nueva York, en 1975. Se dedicó al dibujo hasta el día de su muerte.

Hechizado por México

Cartier-Bresson visitó tierra azteca en 1934, cuando tenía 26 años: vino para formar parte de un proyecto etnográfico francés que pretendía fotografiar la construcción del Tren Panamericano, y porque deseaba visitar México, pues lo consideraba como uno de los países más surreales del mundo. Asimismo, consideró que la CDMX sería el lugar ideal para poner a prueba sus habilidades como fotógrafo. En 1935 expuso en el Palacio de Bellas Artes, junto a Manuel Álvarez Bravo.

Regresó a México 30 años después, ya como un maestro de la lente, y su tercera visita fue póstuma, en 2015, a través de una magna exposición en su honor en el Palacio de Bellas Artes.

El mil nombres

Se dice que le gustaba de jugar con su nombre y cambiarlo, razón por la cual tuvo distintos pseudónimos: en su tiempo en Japón se hizo llamar Hank Carter y en otra época firmaba como Henri Cartier; luego simplemente utilizó sus iniciales (HBC) y al final de su vida firmó sus cartas como “En rit Ca-Bré”, un juego de palabras con las primeras sílabas de su nombre, que en francés significa “se ríe encabritado”.

Cineasta consagrado

En 1936, Cartier-Bresson aplicó para trabajar con el cineasta francés Jean Renoir, quién lo incluyó en las producciones “Partie de champagne” (1936) y “La Règle du jeu” (1939), en la primera interpretó a un mesero y en la última fungió como asistente segundo.

Renoir hizo que Cartier-Bresson actuara para que el fotógrafo pudiera entender cómo se sentía estar al otro lado de la cámara. El fundador de Magnum también ayudó al cineasta a realizar a hacer una película para el partido comunista, acerca de 200 familias, incluida la suya, que dirigían Francia. Durante la guerra civil española, codirigió una película antifascista con Herbert Kline, para promover los servicios médicos republicanos.

Soldado no anónimo

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se unió al Ejército francés como cabo en la Unidad de Cine y Foto. Durante la Batalla de Francia, en junio de 1940, fue capturado por los nazis y pasó 35 meses en campos de prisioneros de guerra, haciendo trabajos forzados. Intentó escapar dos veces sin éxito y lo mandaron al confinamiento solitario.

Logró huir en su tercer intento y se escondió en una granja y tras ello consiguió documentos falsos que le permitieron viajar en Francia. Ya en su país natal trabajó en secreto en secreto cubriendo la Ocupación y la Liberación de Francia. Al terminar el conflicto, la Oficina de Información de Guerra de Estados Unidos le pidió que hiciera un documental, “Le Retour”, acerca del regreso de los prisioneros franceses y personas desplazadas.