Novedad editorial

Alejandra Maldonado lanza “Yoga y coca”, una reflexión sobre la condición femenina

“Yoga y coca” presenta la colección de amores/desamores de una joven que le gustan los guapos; “la protagonista está enojada con la hipócrita corrección política, de ahí el desenfado de su discurso”, afirma la autora 

Alejandra Maldonado presenta la novela "Yoga y coca".
Alejandra Maldonado presenta la novela "Yoga y coca".Cortesía: Alejandra Maldonado
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Alejandra Maldonado (Ciudad de México, 1975) se asume escritora por las frustraciones que tuvo en su intento de ser cantante, bailarina y vedette. Colaboradora desde la adolescencia con la revista de culto Moho, donde publicó a los 17 años su primer cuento. Una beca del FONCA le permitió escribir el cuaderno de relatos Aburrida en Bouveret (Moho, 2005), el cual le dio la posibilidad de colaborar en revistas como Playboy, Yaconic y Vice.

Textos suyos aparecen en la antología Grandes Hits. Nueva generación de narradores mexicanos (Almadía, 2008). Mis noches salvajes (2016) —compendio de crónicas en el cual aborda sus férvidos vínculos con la cocaína— la sitúa en un lugar destacado dentro de los nuevos derroteros de la narrativa mexicana. “Alejandra Maldonado es un ser único y su originalidad no se discute, pues ella, en persona, es el centro sísmico de sus relatos”, ha dicho el escritor Guillermo Fadanelli.

Aparece Yoga y coca (Dharma Books, 2021): novela en que Alejandra Maldonado se desborda en la edificación de una bitácora personal a través de testimonios empalmados con vehementes apuntes, los cuales concurren en enumeraciones del transcurso de una vida turbulenta y subversiva. Estructurada en cuatro acápites (“El reino de los guapos”, “Sola en la ciudad”, “La sequía”, “El apocalipsis”), la protagonista apela al ‘Yo’ para configurar una suerte de performance-striptease que deriva en una espléndida ‘misericordia novelada’.

“Éste es un libro que fue tomando forma en el intento de contar historias de conquistas amorosas y eróticas, las cuales derivaron en una novela de formación, relato sentimental de una protagonista desencantada, pero con una mirada cínica sobre el mundo. Ella es una romántica en busca del amor, en busca quizás, de una pausa: la vida la arrastra por episodios impetuosos”, dijo a La Razón Alejandra Maldonado.

Portada del libro.
Portada del libro.Especial

¿Eventos autobiográficos? Rememoraciones de algunas de mis experiencias personales llevadas a los espacios de la ficción. No es una autobiografía, sino una novela.

¿Texto donde las emociones se derraman? Amores fallidos, amores realizados, búsquedas, inquietudes, propósitos, incidentes: sí, brotan las emociones de la protagonista-narradora. Yo como autora tenía necesidad de reflexionar sobre esos avatares, por eso pongo en la voz de mi relatora ese desborde de exaltaciones.

¿Relato feminista? Los mecanismos del poder están suscritos desde el patriarcado, desde los varones: quién lo niega. Yo no me someto a ese juego: soy una mujer nacida en el siglo XX que he llegado al siglo XXI: escribo un ‘relato femenino’ desde mi perspectiva, hay muchas opciones de asumir la femineidad, en esta novela presento la mía.

"Yoga y coca"
  • Autor: Alejandra Maldonado
  • Género: Novela
  • Editorial: Dharma Books, 2021

¿El desencanto como carta de presentación? Las mujeres de mi generación tienen motivos para estar desilusionadas: esta chica de la novela no profesa en ningún bando: sediciosa absoluta no cree en nada. La historia deriva en una reflexión exaltada sobre la condición de ser mujer en un mundo que se hunde ante nuestros ojos.

¿Un yo narrativo que inquieta y seduce al lector? Voz que nace de la culpa desde una honestidad brutal. Califico a la novela como una ‘autoficción-pop’. La protagonista está enojada con la hipócrita corrección política, de ahí el desenfado de su discurso.

¿Monólogo custodiado por un mareo gozoso? Monólogo vertiginoso de la protagonista, Blanca Potente, que da fe de las playas hippies, de las rutinas de las modas europeas y de las absorbentes agencias de publicidad. Ella fija desde esas sinuosidades narrativas su postura sobre las circunstancias que custodian los gestos femeninos en estos dilemas de perplejidades que nos azotan.

¿El día (yoga) en contraste con la noche (coca)? Nací para ser de la noche. Soy una persona de la noche. En la novela se evidencia ese contraste entre el yoga para iniciar el día, y la coca como una alegoría para entrar a la noche, para afiliarse a sus laberintos.  

AG