“Algunos columnistas se han vuelto boca de ganso del poder”

“Algunos columnistas se han vuelto boca de ganso del poder”
Por:
  • carlos_olivares_baro

Narrador, ensayista, editor y periodista, Héctor Aguilar Camín recibió ayer en la actividad central del cierre de la 30 FIL de Guadalajara 2016 el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez. Homenaje en que sus colegas Sergio González Rodriguez, Carlos Puig, Diego Petersen, Luis Aguilar Camín y Rafael Pérez Gay pronunciaron las palabras de alabanzas.

La Razón pudo conversar con el director de la revista Nexos, minutos antes de la ceremonia de la premiación. Abordamos temas referentes al galardón, el papel del columnista en el periodismo moderno, el periodismo basura, sus últimas novelas, Trump y la muerte de Fidel Castro. Cuando habló de Cuba la emoción se asomó en su rostro: “Hablo de Cuba con verdadera conmoción. Digo todo esto desde adentro, mi madre cubana de profundo espíritu caribeño, lo sabe, me escucha, desde donde esté agradecida, porque sabe que mi amor por Cuba es un asunto de sangre y verdad sentimental”, expresó.

Recibe hoy usted el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, reconocimiento, me parece tardío. ¿Con qué ánimo lo recibe? Lo recibo de verdad a nombre de dos personas, visibles e invisibles de todo lo que he podido hacer como editor de la revista Nexos: mi hermano, el poeta Luis Miguel Aguilar y mi quasi hermano familiar, el narrador y periodista Rafael Pérez Gay. Ellos me han permitido ir libremente por el mundo de la edición sustentado en sus manos solventes y fraternas. Sin esos personajes no hubiera podido dedicarme a hacer este periodismo de corte cultural. Rafael es un prosista cada día mejor, y mi hermano un columnista cada vez más certero. En realidad es un premio de corte tripartita, con la dispensa de que me lo entregan a mí.

Muchas voces se levantan y cuestionan la aparición del llamado periodismo basura, periodismo sucio. Vargas Llosa en estos días lo ha mencionado en sus intervenciones aquí en la FIL… A mí ese periodismo no me interesa. Creo en el periodismo que se afinca en un afán de rigor del conocimiento. El verdadero periodismo tiene el deber de querer hacer más inteligentes a sus lectores, a la sociedad en todos los sentidos, desde una información deportiva hasta otra cultural. Ese periodismo siempre ha estado y va a seguir estando ahí por desgracias, por muchos intereses editoriales mezquinos. El periodismo debe procurar el respeto de sus lectores, la inteligencia debe primar en una actitud civilizatoria.

¿Qué función debe jugar el columnista en el periodismo actual? Hay dos tipos de columnistas: los que revelan sus fuentes, y aquellos que no las revelan. A los que no dan sus fuentes no les creo una sola palabra. El columnista debe ser un periodista informado, que ayude al lector en el análisis de la situación que comenta. Algunos no exhiben sus fuentes porque sería develar su complicidad. Columnistas que son bocas de gansos del poder y de los intereses de sus patrocinadores: deformidad profesional del periodismo, correo de beneficios políticos. Es un mal, sobre todo, de esa compleja red de la columna política. No estaría mal una novela sobre el tema de los columnistas políticos en México.

¿Cómo combina sus gestos de meticuloso escritor de ficción con la de editor, historiador, columnista y figura pública de presencia concluyente en el México de hoy? Doble jornada laboral: por un lado, me gano la vida como editor y procuro escribir dos o tres horas diarias mis imaginerías. Soy mi propio mecenas. Dos mundos que no se cruzan, más bien se interpolan como sustento de mis inquietudes intelectuales, de mi curiosidad como ser humano.

No puede faltar que le pregunte sobre Cuba y sobre la muerte de Fidel Castro… Lo esperaba. Lo primero: ya era necesario. Muchos años de dictadura. Muchos años de un hombre en el poder decidiéndolo todo, manejándolo todo. Personaje demasiado viejo durante demasiados años. Si Cuba no se hubiera cruzado con Fidel Castro y su Revolución, hoy fuera otra cosa, perdón por esa verdad de Perogrullo. Duele decirlo, pero queda todavía mucho de esa sombra en la Isla y va a costar mucho trabajo a la sociedad cubana desmantelarlo. Hay un respiro ya en esa Isla. Poder anquilosado que parece se abre la posibilidad de su desaparición. Van a pasar los años para que toda esa estructura se disuelva, se diluya. Tengo muchas dudas, el poder es menos poderoso ahora sin la sombra del viejo tirano. Me gusta mucho el concepto expuesto por Yoani Sánchez sobre la ‘levedad’ que ha dejado el desconcierto de esa muerte. Confío en esa ‘levedad’ que acosa a muchos y que también arropa, me atrevo a conjeturar, a los dirigentes castristas. Me preocupa el papel de Trump en sus relaciones con Cuba.