Ángeles Mastretta comparte una mirada sobre la vida y la escritura

La sorpresa nos inunda al ver en las mesas de novedades de las librerías un cuaderno perfilado en añil, que sobresale por su contorno altivo y donoso: Yo misma. Antología (Seix Barral, 2019), de la periodista, narradora y poeta mexicana Ángeles Mastretta (Puebla, 1949), quien ha sido galardonada con el Premio Mazatlán de Literatura 1986 por Arráncame la vida; y el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 1997 por Mal de amores. Escritora que se ha caracterizado por la construcción de incitantes personajes femeninos (Catalina Guzmán, la joven protagonista de Arráncame la vida o Emilia Sauri, la activista política de Mal de amores) y las improntas de las emociones en los actos cotidianos.

La autora de El viento de las horas entrega un catálogo de máximas, aforismos, apuntes, fabulaciones, relatos breves y memorias que se apuntalan en invocaciones de los padres, remembranzas familiares, la infancia, el acto de escribir, los derroteros del amor, los olvidos, los sueños, el tiempo y la literatura, entre otras de sus obsesiones. La nostalgia y sus huellas en un derrame de conjeturas que contagian por sus enunciaciones transparentes y decisivas, en cortejo con el ensayo: Mastretta conversa desde la proclama cordial, la emoción humedece cada una de las alegorías  desplegadas.

“Este libro es una antología de mis seis libros que he publicado de textos breves; pero, también hay una selección de twitters; otros salieron por improntas de la imaginación. Tienen que ver con mis padres, los hijos, Puebla, los amigos... Muchos han nacido de guiños al pasado, de experiencias personales. Se reconocen pasajes de Arráncame la vida y de otras páginas de ficción. Tengo un marido que siempre me está alertando de las cosas que no he abordado en mis libros; pero, creo que de mí misma y de la familia lo he dicho casi todo. Me faltan mis nietos, pero no escribo de ellos por seguridad”, precisó a La Razón, Ángeles Mastretta.

¿Exposición cercana al tono de la fábula? Hay un poco de eso. Indiscutiblemente, la máxima está cercana a la fábula. Aclaro, no me interesa la moraleja. Esta selección también está contigua a lo lúdico. No soy filósofa. Sólo he desplegado ideas, huellas reconcentradas.

Libro que veo cercano a La emoción de las cosas, publicado en 2013... Y también a El viento de las horas, El mundo iluminado y otros, donde las invocaciones trazan el argumento. Digamos, que el lector tiene en sus manos unas ‘memorias fragmentadas’.

¿Presencia de las insinuaciones de la columna Puerto libre de Nexos? Está la columna y el libro Puerto libre de 1993. El fragmento como una posibilidad de pegar la hebra con los lectores. Sí, la alusión abierta y, quizás, provocativa y sugerente.

¿Invitación a los lectores jóvenes? Ojalá. Aunque he visto en la FIL de Guadalajara a muchos jóvenes que van a mis firmas de libros, me confiesan que la lectura ha sido edificante. Quien me conozca se reencuentra conmigo en Yo misma; los nuevos lectores pueden empezar por aquí y después si se animan, buscar mis novelas.

Su hija, la cineasta Catalina Aguilar Mastretta, publicó la novela Los días son nuestros en 2016. ¿Podemos hablar de una ‘dinastía Aguilar Mastretta’? Cuando voy a las presentaciones de sus películas me reconocen como la ‘mamá de Catalina’; a ella nunca la registran como la ‘hija de Ángeles y de Héctor, los escritores’. Incluso cuando le preguntan, dice que es “un privilegio de la vida tener unos padres así”. Ella se ha abierto camino sola.

La evocación y la reminiscencia, recurrencias presentes en todos sus libros. ¿Qué es para usted la memoria? Un asidero, un rescoldo que elige y cobija: soy propensa a olvidar lo feo que me hacen a mí; pero, no olvido los agravios a mis hijos o a Héctor. Escribo, me alimento de ella. La memoria es otra forma de la música.

Ángeles Mastretta

Nació: 9 de octubre de 1949

Profesión: Periodista,

narradora y poeta

Trayectoria: Fue directora de Difusión Cultural de la FES Acatlán y del Museo del Chopo

Otros libros: Mujeres de ojos grandes (1990), Puerto libre (1993), El mundo iluminado (1998), Ninguna eternidad como la mía (1999) y Maridos (2007)

Te puede interesar:

https://www.razon.com.mx/cultura/secretaria-de-cultura-respalda-a-colaboradoras-que-se-sumen-a-undiasinnosotras/