Casa Guillermo Tovar, viaje al México virreinal

Casa Guillermo Tovar, viaje al México virreinal
Por:
  • adriana_gochez

Un manuscrito de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez con anotaciones —no disponible al público en general—, la primera pintura que el coleccionista Guillermo Tovar de Teresa compró a los 12 años con sus domingos; fotos del primer automóvil que trajo a México Fernando de Teresa y Miranda y un arco efímero de la entrada del marqués de las Amarillas a la Catedral de Puebla son algunas joyas que pueden apreciarse en la Casa-Museo dedicada al autor de La Ciudad de los Palacios: crónica de un patrimonio perdido, que de diciembre a la fecha ha recibido a cerca de 27 mil visitantes.

Ubicado en la colonia Roma, en el número 52 de la calle Valladolid, CDMX, este inmueble resulta ser un oasis para los interesados en conocer más acerca de la época virreinal y del México independiente del siglo XIX y XX, ya que a través de sus cinco salas transporta a estos periodos en la historia del país.

El vestíbulo recibe a los visitantes con un impresionante espejo de herencia veneciana fabricado en 1817 en Amozoc, Puebla. Luego la Sala de Recepciones, que es la síntesis de las dos cosas fundamentales en la vida del historiador y coleccionista mexicano: su familia y sus campos de estudio: la época novohispana y el segundo imperio mexicano.

Sus antepasados se ven representados en retratos, entre los que resalta uno pintado por Édouard-Henri-Théophile Pingret: el de Fernando Teresa y Miranda,  bisabuelo de Tovar, quien introdujo el primer automóvil en nuestro país.

El recorrido sigue por el Salón Amarillo, donde se conjuga el arte del Virreinato con el del México independiente del siglo XIX; entre las piezas que llama la atención están un exvoto dedicado a Fernando VII, elaborado en Querétaro, en 1819; y un arcón adaptado por el propio Guillermo Tovar como mesa y en el que se observa un escudo nacional.

Por el angosto pasillo luego se llega al Salón Rojo,: “dedicado a la última parte de la época virreinal, y al México independiente, este cuarto está hecho completamente al estilo barroco, pero manierista. Una de las piezas más importantes es un arco efímero de la entrada del marqués de las Amarillas a Puebla, es uno de los cuadros más estudiados de la colección de Guillermo Tovar”, detalló a La Razón Dania Escalona, jefa del departamento de investigación de la Fundación Slim, institución que está a cargo de la administración de este espacio.

En este salón también figura un escritorio de laca de Olinalá, Guerrero, del siglo XVII, en perfecto estado de conservación. Además de un costurero con la inscripción: “Sirvo a mi señora sola María Gertudes de Guerra y Carrillo”.

Después de este viaje histórico, los visitantes llegan al Salón Azul, de inspiración completamente barroca y con dos lienzos de gran formato: una Inmaculada Concepción, de Baltazar de Echave Rioja, y la Santísima Trinidad y las jerarquías angélicas.

Sin duda, una de las piezas simbólicas es el lienzo San Francisco en éxtasis asistido por los ángeles, la obra con la que Tovar inició su colección a los 12 años. “Tuvo esta pintura muchos años, primero vivió en la calle de Colima, ahí la tenía, pero era tan grande que tenía que estar recargada, entonces cuando decidió trasladarse a este predio decidió venderla y seis años antes de morir la volvió a buscar y a adquirir, pero se dio cuenta que estaba cortada”, detalló Escalona.

Esta obra es la viva muestra del interés que desde niño mostró el historiador por el arte, un gusto que lo llevó a ser consejero de arte virreinal de la Presidencia, cuando tenía entre los 12 y 14 años.

[gallery order="DESC" size="large" td_select_gallery_slide="slide" ids="eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzI0OS5qcGciLCJ0aXRsZSI6IjI0OSIsImNhcHRpb24iOiJGb3RvIGRlbCBwcmltZXIgYXV0byBxdWUgbGxlZ1x1MDBmMyBhIE1cdTAwZTl4aWNvLiBGb3RvczogQ2FybG9zIE1vcmEgIiwiYWx0IjoiIiwiZGVzY3JpcHRpb24iOiIifQ==,eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzMyOC5qcGciLCJ0aXRsZSI6IjMyOCIsImNhcHRpb24iOiJGYWNoYWRhIGRlbCBpbm11ZWJsZSBoaXN0XHUwMGYzcmljbyBkZSAxOTExLiIsImFsdCI6IiIsImRlc2NyaXB0aW9uIjoiIn0=,eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzQxMy5qcGciLCJ0aXRsZSI6IjQxMyIsImNhcHRpb24iOiJSZXRyYXRvcyBkZSBsYSBmYW1pbGlhIGRlbCBiaWJsaVx1MDBmM2ZpbG8gIHkgbWVsXHUwMGYzbWFuby4iLCJhbHQiOiIiLCJkZXNjcmlwdGlvbiI6IiJ9,eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzU5LmpwZyIsInRpdGxlIjoiNTkiLCJjYXB0aW9uIjoiQXJjbyBlZlx1MDBlZG1lcm8gZGVsIG1hcnF1XHUwMGU5cyBkZSBsYXMgQW1hcmlsbGFzICgxNzU1KSAiLCJhbHQiOiIiLCJkZXNjcmlwdGlvbiI6IiJ9,eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzYxMS5qcGciLCJ0aXRsZSI6IjYxMSIsImNhcHRpb24iOiJQcmltZXIgcGludHVyYSBxdWUgY29tcHJcdTAwZjMgZWwgaGlzdG9yaWFkb3IuIiwiYWx0IjoiIiwiZGVzY3JpcHRpb24iOiIifQ==,eyJ1cmwiOiJodHRwOlwvXC9kMWR4dnJ5ZW45Z29pNS5jbG91ZGZyb250Lm5ldFwvd3AtY29udGVudFwvdXBsb2Fkc1wvMjAxOVwvMDRcLzcxMC5qcGciLCJ0aXRsZSI6IjcxMCIsImNhcHRpb24iOiJGb3RvZ3JhZlx1MDBlZGEgZSBzdSBhcmNoaXZvIHBlcnNvbmFsLiIsImFsdCI6IiIsImRlc2NyaXB0aW9uIjoiIn0="]

Otros sitios de interés son el comedor, donde se ubican piezas que en su momento prestó al MET de Nueva York para el montaje de una exposición; la recámara donde se observa el gusto que tuvo por los herrajes; y la biblioteca que alberga los libros que más consultaba el investigador, entre éstos, calendarios que van del siglo XVIII al XIX. Es un acervo de arquitectura y arte de México.

Guillermo Tovar de Teresa

Nació: 23 de agosto de 1956

Murió: 10 de diciembre de 2013

Profesión: Historiador, cronista, investigador y coleccionista

Obra: México barroco, La ciudad de Mexico y la utopía del siglo XVI, La Ciudad de los Palacios: crónica de un patrimonio perdido; El Pegaso o el mundo barroco novohispano del siglo XVII, entre otros

La casa data de 1911 y conserva en su mayor parte la estructura original, salvo algunas adecuaciones que hizo Guillermo Tovar cuando la adquirió en 1995. La remodeló y vivió en ella hasta 2013, año en que falleció. Permaneció cerrada hasta que en 2018 la Fundación Carlos Slim la adquirió para convertirla en un museo.

En los sismos del pasado septiembre de 2017 fue uno de los inmuebles históricos que sobrevivió al siniestro.

“Cuando vivía Guillermo Tovar arriba eran unas recámaras y parte de la biblioteca y el archivo, pero después de los sismos de 2017 los estructuralistas nos dijeron que no podía haber tanta carga en la parte de arriba porque finalmente estas casas no tienen los cimientos adecuados para poder soportar sismos, por lo que nos recomendaron retirar todo el peso”, señaló Dania Escalona.

Casa-Museo

Dónde: Valladolid 52, Roma, CDMX

Horarios: Lunes a domingo de 10:30 a 18:30 horas

Costo: Entrada gratuita

Se prevé que en mayo, en el espacio que antes se ocupó de garage, abra la cafetería Las Tres Abejas, que administrará la hija del fallecido Rafael Tovar y de Teresa, Leonora Tovar López-Portillo, quien compartirá recetas de la familia.

El dato: La casa fue construida en 1911. Es una típica vivienda de alcayata. En 1995 fue adquirida por Guillermo Tovar de Teresa y presentaba una fractura longitudinal con la crujía que forman sus salones.

Digitalizan archivo

El acervo del historiador Guillermo Tovar de Teresa comprende 21 mil volúmenes que actualmente están en proceso de digitalización para que investigadores puedan tener acceso a libros como las primeras ediciones de obras publicadas por Sor Juana Inés de la Cruz; textos de Góngora o archivos históricos, como cédulas reales de Carlos V.

“Los archivos y la parte fotográfica no están aquí, se trasladaron al Museo Soumaya, donde se pueden consultar con previa cita. Mucho de ese material pertenece al fondo reservado de la fundación, por eso se emprendió el año pasado una digitalización que todavía no se completa”, explicó Dania Escalante.

Señaló que no podría detallar un porcentaje de avance en la digitalización, ya que en paralelo la fundación trabaja en otros acervos, como el de Raquel Tibol.

Entre las obras importantes del vasto archivo de Tovar destacan las investigaciones que hizo del arte novohispano y virreinal. “Tiene un diccionario de artistas mexicanos que es de la a a la z; es un fondo que se hizo desde los archivos eclesiásticos para el registro de todos los pintores desde el siglo XVI hasta principios del XX; está el registro de todos los pintores, de los que creaban los órganos, de los ebanistas, de los escultores”.