Publican Cuentistas latinoamericanas

Colección Vindictas reivindica a narradoras que se atrevieron a hablar de temas tabú

La antología incluye textos de Marta Brunet, Mimí Díaz Lozano y Gilda Holst, entre otras; abordaron tópicos como el aborto, las relaciones extramaritales, el divorcio y el cuerpo femenino

Ilustración que forma parte de la portada del libro.
Ilustración que forma parte de la portada del libro.Foto: UNAM
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Narradoras que se atrevieron a abordar temas como el aborto clandestino, las relaciones extramaritales, el divorcio y el cuerpo femenino desde una visión lejana al patriarcado, ahora son reivindicadas en la antología Cuentistas latinoamericanas (UNAM/Páginas de Espuma), con la cual la colección Vindictas de la máxima casa de estudios, recupera la obra de autoras que quedaron relegadas. 

La compilación recoge 20 historias, entre ellas, “Inmóvil sol secreto”, de María Luisa Puga (México); “Ella y la noche”, de Mimí Díaz Lozano (Honduras); “Reunión”, de Gilda Holst (Ecuador); “Cuando las mujeres quieren a los hombres”, de Rosario Ferré (Puerto Rico); y “Soledad de la sangre”, de Marta Brunet (Chile). 

“No estamos hablando a una época tan lejana a nuestro tiempo y creo que por eso podemos sentir la dolorosa actualidad de sus historias, son textos donde el cuerpo femenino es muy importante: son cuerpos que reclaman ser mirados y tocados de otra manera, que tienen conciencia de que la maternidad no es el único destino posible; que un matrimonio, que no está haciendo feliz a una mujer, debe y puede terminar. Hay una reflexión en varios cuentos acerca de la sexualidad... se habla de los malos amantes”, detalló a La Razón, Socorro Venegas, directora General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. 

Pensamos en autoras nacidas en la primera mitad del siglo pasado, que tuvieran publicado por lo menos un libro de cuentos, una clara vocación narrativa y el criterio más importante y esencial, tiene que ver con la calidad de las obras que recibimos, que leímos y revisamos

Socorro Venegas, Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM

También se encuentran los relatos “El occiso, 11 de abril de 1937”, de María Virginia Stenssoro (Bolivia); “Jacinta Piedra”, de Mercedes Durand (El Salvador); y “Cómplices de extraños juegos”, de María Luisa Luján Campos (Argentina), por mencionar algunos. 

“En uno de los cuentos hay un aborto clandestino (‘El occiso, 11 de abril de 1937’), nos muestra esa deuda que tenemos todavía las sociedades por reconocer el derecho de las mujeres por decidir sobre su propio cuerpo”, abundó Venegas. 

Se trata de historias que fueron blanco de censura por los temas que abordaron, como la de María Virginia Estenssoro. 

“Los temas de María Virginia Estenssoro, por los que fue prácticamente linchada por una sociedad profundamente conservadora, fueron el aborto y las relaciones extramaritales. Ella estaba haciendo literatura, no sabemos y no importa si ella pasó una de esas experiencias, pero estaba escribiendo, creando y se le negó el derecho a explorar sus intuiciones literarias, en tópicos que a ella le parecían importantes. En cuanto se publica su libro El occiso, la sociedad escandalizada de su tiempo sale a comprarlo, pero no para leerlo, sino para desaparecerlo, lo que equivale a decir que lo que se necesitaba era desaparecerla a ella, borrarla completamente”, señaló la también editora.

Estamos publicando esta antología basándonos en una selección de extraordinarios cuentos que calan profundidades asombrosas para los lectores y ése es el principal sentido de este proyecto, descubrir textos de una enorme calidad literaria, de gran vigencia para los lectores

Socorro Venegas, Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM

Las autoras que conforman Cuentistas latinoamericanas, para Socorro Venegas, no se adelantaron a su tiempo, sino que fueron incomprendidas por sociedades machistas. 

“Son aquellas sociedades regidas por una visión heteropatriarcal, que no han estado listas para este pensamiento femenino que se rebela a las condiciones que se le han impuesto”, expresó. 

Este proyecto, añadió, en primer lugar compila a estas autoras en Vindictas; pero también hace una revisión del cuento latinoamericano en cuyas antologías del siglo XX predominan los hombres y trae a los lectores nuevas miradas. 

“Lo que van a encontrar es una diversidad de temas que calan en lo que tocan; hacen que nos preguntemos si realmente hemos leído lo mejor del cuento latinoamericano del siglo pasado, una afirmación difícil de hacer cuando hemos tenido en la sombra la mitad de la producción literaria del continente.

“Son escritoras que no crearon en las mismas condiciones de los hombres; ha prevalecido un prejuicio alrededor de lo que hacen las mujeres. Por eso es importante que, desde esta antología, revisemos no solamente el ámbito literario, sino pongamos la mirada atenta a otros rubros donde se haga parecer natural, se normalice la ausencia de mujeres; hay que descolonizar, desprejuiciar la mirada lectora”, resaltó.

  • El dato: Como parte de Vindictas se publicarán libros de María Luisa Puga y Guadalupe Marín. Además, se abrirá una serie en Material de Lectura que se llamará como la colección.

“Cómplices de juegos extraños”

Por María Luisa Luján Campos

Lo traigo apretado debajo de los pies, lo mismo que si aplastara a un bicho. Como si fuera una cucaracha inmensa que crece, que se hinchará al menor descuido. Por eso tengo que estar atenta. 

Miro de reojo a Ana que maneja sin decir una palabra, sin preocuparse por lo que aprieto con una sensación de miedo y asco. 

—Hay que tener cuidado —me repito. 

Estoy sentada en el borde del asiento. Pero tampoco Carlos y Catalina se dan cuenta de nada. 

Soy la única que descubre cómo crece el cajoncito, cómo empieza a treparse con ardor por entre mis piernas, cómo me roza y me circunda, inundándome de un miedo a la vez concreto y desdibujado. 

En este momento, el miedo y el cajoncito crecen parejos. Y no basta el aire del verano para despejarme estos sueños tan irreales. 

Lo único que me preocupa es que cada vez el cajoncito crece más. Ya me siento como un recipiente inservible para contener su superficie desmesurada. (…)

FRAGMENTO TOMADO DE CUENTISTAS LATINOAMERICANAS.