“El español tiene sobrada fuerza para resistir en Estados Unidos”

“El español tiene sobrada fuerza para resistir en Estados Unidos”
Por:
  • j._ors

El año arranca con un reto inesperado: afrontar el desafío que Donald Trump ha abierto al español y los hispanos en Estados Unidos. Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, muestra su intranquilidad por los primeros pasos que el nuevo presidente dio al llegar a la Casa Blanca.

¿Trump abrió un periodo de segregación de lo hispano? No cabe duda de que el clima inspirado por Washington es desfavorable para la afirmación los latinos como minoría mayoritaria en EU. Son 57 millones de hispanos los que residen allí. En los últimos tiempos, el español había perdido el estigma de lengua de emigrantes y estaba creciendo su consideración social, cultural, económica y política. Este ambiente se afianzó con Obama. El español pasó a ser considerado un activo por parte de las empresas. Todo esto es importante porque las lenguas no dependen sólo del número de sus hablantes, sino de la valoración que se tiene de ellas. El gesto de la Administración de Donald Trump de retirar la página web en español de la Casa Blanca es una regresión. En su campaña, se expresó en contra de los hispanos procedentes de México y la lengua española. Estas condiciones adversas no van a frenar el movimiento de la minoría hispana, pero nos preocupan.

Dos ideas que se usan para criticar el español: su percepción como lengua de emigrantes y su diversidad en EU. No creo que haya tanta sutileza por parte de Trump. Sus manifestaciones nos indican que no es hombre de matices. No tiene información completa de hechos a los que se refiere y que son de una enorme complejidad, como es el caso de la minoría hispana y la lengua que usan entre ellos, el inglés. La cuestión no es ingles o español, sino que los dos pueden coexistir. El spanglish no es enemigo del español. Es una expresión de la mezcla entre dos lenguas y los órganos de comunicación de la comunidad hispana ofrecen expresión en un español que es entendido por todos.

¿Trump podría arruinar las iniciativas para recordar el pasado español en EU? Con Obama hubo reconocimientos públicos del apoyo que dio España a la independencia de EU. El Instituto Cervantes tiene centros en las ciudades más importantes de este país. No creo que esta infraestructura sufra por las decisiones de la administración de Trump, pero es evidente que no favorece el respeto y atención a nuestro idioma, que venía de atrás. Con estas iniciativas nos remontamos a la campaña del English Only, en los noventa y que aspiraba a que los diferentes estados declarasen el inglés como lengua oficial para frenar el español. Estos mensajes son una regresión, una actitud cerrada que va en contra de la evolución de un mundo donde el bilingüismo se da en muchas sociedades.

¿Esta situación dará pie a que los hispanos abandonen el español? Desde un punto de vista teórico podría suceder. Este ambiente es terreno abonado para decisiones individuales en esa línea y frenar lo que estaba sucediendo, que era el fenómeno contrario. De los 57 millones de hispanos de EU, no todos hablan el español. Unos diez millones son monolingües en inglés. En los últimos años, la tendencia entre los que sólo hablaban inglés era recuperar el español. Pero también hay que pensar que con estas medidas de Trump se ha herido el orgullo y la dignidad de la minoría hispana, y puede haber un efecto rebote. La historia nos da ejemplos de cómo un régimen político se ha enfrentado a la lengua y de cómo la lengua ha resistido y superado ese momento de hostilidad. El español tiene sobradas fuerzas para resistir en EU.

¿Se va a reaccionar a las decisiones de la Casa Blanca? La administración Trump ha suavizado la retirada de la página web en español de la Casa Blanca con unas declaraciones que no son confiables. Estamos en contacto con las academias americanas. Hay posibilidades que redactar un manifiesto conjunto. A todas las academias nos ha desagradado la actitud de la Administración estadounidense. Pero lo que Trump ha hecho después es más grave: anunciar la construcción de un muro con México.