El profesor que defendió las luchas universitarias a capa y espada

“El recuerdo que tengo de mi infancia, muy feliz, aunque casi no tenía nada. Todavía ahora me queda la manía de tener juguetes, probablemente porque nunca los tuve”, solía decir Elí de Gortari. Palabras que no sólo revelan parte de su anécdota personal, sino de su orientación política, ideológica y compromiso con el cambio social.

Los aportes de De Gortari al campo de la filosofía, la historia y la filosofía de la ciencia en México lo colocaron como uno de los intelectuales más importantes de la década de los 60, pero su ejercicio intelectual trascendió las aulas al punto de comprometer su propia libertad.

Aunque su militancia política es menos conocida que su obra, el también profesor fue uno de los pocos académicos que respaldó públicamente el movimiento estudiantil de 1968.

Un análisis superficial de su biografía esboza tres movimientos clave, que definen parte de su postura ante el marxismo: la huelga en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en 1963, el movimiento por la reforma universitaria en la UNAM, en 1966 y el movimiento estudiantil del 68.

Su participación en el último derivó en su encarcelamiento preventivo en la cárcel del Lecumberri, donde compartió celda con muchos militantes del Partido Comunista de México.

El 18 de septiembre de 1968 fue aprehendido, y el 26 de ese mismo mes se inició un proceso contra él y otros profesores acusados de rebelión, asociación delictuosa, sedición y ataques a las vías generales de comunicación.

Preso hasta el 26 de enero de 1971, nunca dejó de lado su actividad docente pues al interior de la penitenciaría organizó círculos de lectura y compartió espacios con José Revueltas y Heberto Castillo.

Cuando salió de prisión, Elí continuó trabajando con entusiasmo hasta que llegó a tener el más alto rango al que un investigador de la UNAM puede aspirar  al convertirse en emérito del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad. Quienes lo conocieron lo recuerdan como una persona admirable que siempre se esforzó por dar lo mejor de sí durante sus cátedras al incitar la participación de sus alumnos. Finalmente, De Gortari falleció el 30 de julio de 1991 a los 73 años de edad.

[caption id="attachment_732320" align="alignnone" width="769"] Gráfico: La Razón de México[/caption]