Adolfo Castañón festeja

“Así encomio este cumpleaños 70: el libro como religión”

“Se juntan mi pasado, mis quimeras y mi presencia en estas siete décadas vividas”, afirma a La Razón el destacado ensayista y narrador; conserva el entusiasmo de sus años juveniles, dice

Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.Foto: Pascual Borzeli Iglesias
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El narrador, ensayista, investigador, articulista, editor, poeta y traductor Adolfo Castañón (Ciudad de México, 8 de agosto de 1952) arriba a los 70 años de edad con entusiasmo renovado como si fuera la primera vez: renacido en la imagen del joven que publicó en 1977 el cuaderno Fuera del aire y vagando en la noche bajo el resplandor de un candil que no cesa con nuevos apuntes en los cristales de la sal.

Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y reconocido con varios galardones literarios nacionales e internacionales (Premio Nacional de Literatura Mazatlán, 1995; Orden de Caballero de las Artes y las Letras de Francia, 2003; Premio Xavier Villaurrutia, 2008; Premio Internacional Alfonso Reyes, 2018; Premio Nacional de Artes y Literatura, 2020...), el autor de El pabellón de la límpida soledad (1988) sigue enamorado de las ventanas, temeroso de la sala oscura de un cine, sorprendido por los vitrales de un templo y fiel a la religión del libro.

Ha incursionado en el ensayo, la narrativa (cuento, fábula...), la poesía, la traducción y el artículo periodístico, amén del trabajo de editor (antologador, compilador...) avalado en un registro de más de 300 publicaciones entre las cuales destacan los libros El reyezuelo (1981), Alfonso Reyes, caballero de la voz errante (1988), El mito del editor y otros ensayos (1993), Arbitrario de literatura mexicana (1993), La gruta tiene dos ventanas (1994), Un grano de sal y otros cristales (1998), A veces prosa (2003), La tercera mitad del corazón (2012), Visión de México Tomo I (2018) y Visión de México Tomo II (2018).

Algunas de sus obras

  • Alfonso Reyes, caballero de la voz errante (1988)
  • Arbitrario de literatura mexicana (1995)
  • La campana y el tiempo (2003)
  • Viaje a México: ensayos, crónicas y retratos (2008)
  • Grano de Sal (2009)

“Llego a estos 70 años como si nada, todo sigue igual. El tiempo persiste en su marcha y uno forma parte de todo lo que ese tiempo abraza. Tengo el mismo entusiasmo de mis años juveniles, sigo enamorado de los libros: tengo fe en ellos. Me interesa la filosofía, la religión, la gramática, la psicología, la amistad y el amor. He trabajado como editor, quizás la labor que con más empeño he abordado. He traducido Rousseau, Steiner y Paul Ricoeur. Por mis apuntes en la noche vago, a la luz de la lámpara estudiosa: así llego a mis 70 años”, comentó en entrevista con La Razón Adolfo Castañón, colaborador asiduo de El Cultural.

Quevedo: “Soy un fue, y un será, y un es cansado”. ¿Asume usted este verso del poeta español? Totalmente. Quevedo subraya desde el gerundio en ese mismo soneto: “Hoy se está yendo sin parar un punto”. Soy una derivación del tiempo habido, resultado de una suma de instantes. Volvamos a Quevedo cuando dice: “...he quedado presentes sucesiones de difunto”. Se juntan mi pasado, mis quimeras y mi presencia en estas siete décadas vividas.

¿En la misma alusión de Eliseo Diego que decidió dejarnos el tiempo en su testamento? Poeta que admiro, igual que a Fina García Marruz y a Lezama Lima. Soy muy cercano a la poesía cubana. Aquí guardo cartas de Eliseo Diego, tengo con él muchas afinidades. Sí, Diego resuelve dejarnos “el tiempo, todo el tiempo”.

Editor, articulista, investigador, poeta, narrador, crítico literario, ensayista, promotor de la lectura, traductor, conferencista... ¿Cómo definiría usted su faena de más de 45 años con los libros? No he incursionado en la novela, aunque en algunos textos en prosa que he publicado hay quizás apuntes novelísticos. Me defino como un polígrafo en el sentido que adquiere en la antigüedad clásica hasta llegar a los enciclopedistas, sin la vana pretensión de compararme con ellos.

Reyes me interesa por su presencia determinante en nuestra literatura; Paz por su espíritu incitador y Steiner porque es la inteligencia literaria más asombrosa de nuestro tiempo. También he estudiado el mundo sugestivo de Montaigne

Adolfo Castañón
Ensayista y narrador

Estudios de obligada consulta sobre Alfonso Reyes, Octavio Paz y George Steiner, entre otros. ¿Investigaciones estimuladas por la pasión? Hay indiscutiblemente un entusiasmo en los estudios que he realizado de la obra de esos autores. Reyes me interesa por su presencia determinante en nuestra literatura; Paz por su espíritu incitador y Steiner porque es la inteligencia literaria más asombrosa de nuestro tiempo. También he estudiado el mundo sugestivo de Montaigne.

¿Celebración de sus 70 años con un nuevo libro: En una nuez: guía de mis libros (1977–2022)? La idea de armar este volumen responde a la necesidad personal de hacer una suerte de descripción editorial que funcionaría como un cimiento documental previo a lo que podría ser una autobiografía intelectual de la persona que firma Adolfo Castañón y cuyo nombre civil completo es el de Jesús Adolfo Castañón Morán, nacido en la Ciudad de México el 8 de agosto de 1952. Así encomio este cumpleaños: el libro como religión. 

Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.Foto: Pascual Borzelli Iglesias
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.Foto: Pascual Borzeli Iglesias
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.
Castañón posa para La Razón en la Capilla Alfonsina el pasado jueves.Foto: Pascual Borzeli Iglesias